Una nueva generación de trajes espaciales raros nos llevará a Marte
23/11/2015 de Phys.org
El SkinSuit es un traje a medida especialmente diseñado para contrarrestar la falta de gravedad comprimiendo el cuerpo desde los hombros a los pies con una fuerza similar a la sentida en laTierra. Crédito: NASA–Waldie.
Cuando el cosmonauta ruso Alexei Leonov realizó el primer paseo espacial del mundo en 1965, la misión casi acabó en un desastre. Después de 12 minutos fuera de la nave espacial Vostok, el vacío del espacio había inflado tanto el traje de Leonov que no podía pasar por la escotilla. Tuvo que expulsar oxígeno manualmente desde el interior del traje para reducir su tamaño y entrar en la nave antes de que los efectos de la descompresión le dominaran.
Sorprendentemente, el diseño de los trajes espaciales que se utilizan hoy en día no ha cambiado mucho. Los rusos usan una variante del traje de talla única de Leonov, el Orlan M, y los chinos usan el traje Feitian, claramente similar al ruso. Y aunque la Unidad de Movilidad Extravehicular (EMU de sus siglas en inglés) de NASA ha sido actualizada desde su desarrollo inicial en la década de 1980, su sistema de soporte vital primario data de las misiones Apollo de la década de 1960.
Sin embargo, la llegada de los vuelos tripulados a Marte y los avances en la tecnología de materiales podría cambiar todo esto. Para el turismo espacial y para que la humanidad llegue a Marte son necesarios trajes que pueden tener un aspecto muy distinto al que tienen los de hoy en día. Los ingenieros están desarrollando una nueva generación de trajes espaciales que podrían ayudar a los astronautas a soportar periodos más largos de tiempo en el espacio y a enfrentarse a los peligros de la exploración de otros planetas.
Los trajes que mantienen una presión baja, como EMU, hacen que sea más fácil moverse y cansan menos, pero aumentan el tiempo que el astronauta necesita pasar respirando oxígeno puro para reducir el riesgo de formación de burbujas de gas en la sangre. NASA está pensando para Marte en diseños de presión mucho mayor como el Z-2 y el Mark III. Sería trajes que “atracarían” directamente en la nave o la base marciana permitiendo la entrada inmediata del astronauta, dejando el traje (y el irritante y potencialmente tóxico polvo marciano) fuera.
Otra posible solución es reemplazar los trajes que presurizan gas alrededor del cuerpo con ropas ajustadas que producen una contrapresión mecánica. Un ejemplo es el BioSuit, desarrollado por el MIT, que emplea aleaciones con memoria de forma de níquel-titanio para formar una “segunda piel”. O el SkinSuit que crea una resistencia en cada punto alrededor del cuerpo proporcional a la de la gravedad real, desarrollado por la ESA y otros colaboradores internacionales.