Una gemela de la Vía Láctea barrida por un viento de rayos X ultrarrápido
15/1/2016 de ESA / Astrophysical Journal Letters
Ilustración de artista que muestra un viento escapando de los alrededores de un agujero negro supermasivo en el centro de una galaxia espiral brillante. Crédito: ESA.
XMM-Newton de ESA ha descubierto un viento de gas de alta velocidad escapando del centro de una galaxia espiral brillante como la nuestra que podría estar reduciendo su capacidad de producir estrellas nuevas.
No es inusual encontrar vientos calientes saliendo de discos de material que gira alrededor de los agujeros negros supermasivos del centro de las galaxias activas. Si son suficientemente potentes pueden influir en sus alrededores de varios modos. Su efecto inicial es el de barrer las reservas de gas que podrían haber formado estrellas, pero es también posible que induzcan el colapso de algunas nubes para formar estrellas. Se piensa que estos procesos jugaron un papel fundamental en galaxias y agujeros negros durante los 13800 millones de años de edad del Universo.
Pero se pensaba que afectaban sólo a los objetos más grandes, como las galaxias elípticas formadas por la espectacular colisión y fusión de dos o más galaxias, que a veces producen vientos suficientemente intensos como para influir en la formación de estrellas. Ahora, por primera vez, se han observado estos vientos en un tipo de galaxia activa más normal conocido como Seyfert, que no parece haber sufrido ninguna fusión.
El agujero negro del centro de esta Seyfert particular, conocida como IRAS17020+4544 y situada a 800 millones de años luz de la Tierra, tiene una masa de casi seis millones de veces la del Sol, engullendo gas cercano y haciendo que brille con moderación. XMM-Newton ha descubierto que los vientos que se forman alrededor del agujero negro se están moviendo a 23 000–33 000 km/s, alrededor del 10% de la velocidad de la luz. Un descubrimiento importante es que el viento del centro tiene energía suficiente para calentar el gas de la galaxia y suprimir la formación de estrellas: es la primera vez que se ha observado en una galaxia espiral relativamente normal.