El polvoriento corazón de una galaxia activa
14/3/2014 de Max Planck Institute for Radio Astronomy
Un equipo internacional de investigadores dirigido por Konrad Tristram del Max-Planck-Institute for Radio Astronomy (MPIfR) en Bonn (Alemania) obtuvo la imagen más detallada hasta el momento de polvo templado en un agujero negro supermasivo de una galaxia activa. Las observaciones de la galaxia Circinus muestran, por primera vez, que el polvo iluminado directamente por el motor central de la galaxia activa está situado en dos componentes diferentes: un disco interior alabeado, y una distribución mayor de polvo que lo rodea. Con mucha probabilidad, la componente mayor es responsable del oscurecimiento de las regiones interiores cercanas al agujero negro supermasivo. Una configuración así es significativamente más compleja que el simple dónut polvoriento, que ha sido el modelo preferido durante las últimas décadas.
Parece que hay dos tipos de núcleos galácticos activos: uno en el que tenemos una imagen directa de la parte interior del núcleo con el disco de acreción donde la energía es emitida (el ‘motor central’) y otro en el que la parte interior parece estar escondida. Esta dicotomía ha sido explicada por una distribución en forma de dónut del denso gas y polvo que rodean la parte central de un núcleo activo, el llamado ‘toro’.
Si se observa de frente, podemos ver directamente el motor central a través del agujero del toro, mientras que si se observa de canto, el material del toro oscurece la vista hacia el centro. El toro también se piensa que juega un papel importante en alimentar el agujero masivo central, aportando el material que será tragado al final. Intentar averiguar cómo funciona el toro es por tanto, importante para comprender los núcleos galácticos activos y su impacto en general.
“La presencia de una componente brillante con forma de disco y una componente polar más extensa de polvo a una temperatura similar no son predichos por los modelos actuales de núcleos galácticos activos”, concluye Gerd Weigelt, director del MPIfR. “Necesitamos nuevos modelos y nuevas observaciones con el VLTI con el futuro instrumento MATISSE para mejorar nuestra comprensión de la distribución tridimensional de los núcleos de galaxias activas”.