Voyager 1 ayuda a resolver un misterio del medio interestelar
30/10/2015 de JPL / Astrophysical Journal Letters
Esta ilustración de artista muestra la nave espacial Voyager 1 frente un fondo de estrellas. Crédito: NASA/JPL-Caltech.
La nave espacial Voyager 1 hizo historia en 2012 penetrando en el espacio interestelar, dejando atrás los planetas y el viento solar. Pero las observaciones con esta sonda pionera eran contradictorias en relación al campo magnético que encontraba a su alrededor, ya que difería de lo que los científicos habían calculado a partir de observaciones de otras naves espaciales.
Un nuevo estudio ofrece la solución de este misterio. Nathan Schwadron, de la Universidad de New Hampshire, Durham, y sus colaboradores han reanalizado los datos del campo magnético de Voyager 1 encontrando que la dirección del campo magnético ha estado girando lentamente desde que la nave espacial cruzó al espacio interestelar. Piensan que se trata de un efecto de la frontera cercana al viento solar, un flujo de partículas cargadas que procede del Sol.
«Este estudio proporciona pruebas muy fuertes de que Voyager 1 se encuentra en una región donde los campos magnéticos están siendo desviados por el viento solar», afirma Schwadron, director del estudio. Los investigadores predicen que dentro de 10 años Voyager 1 alcanzará una región más «prístina» del medio interestelar donde el viento solar no influye de manera significativa sobre el campo magnético.
Que Voyager 1 esté cruzando hacia el espacio interestelar significa que ha abandonado la heliosfera, la burbuja de viento solar que rodea el Sol y los planetas. Las observaciones de los instrumentos de Voyager descubrieron que la densidad de partículas era 40 veces mayor fuera de esta frontera que en el interior, confirmando que había abandonado la heliosfera.
Pero hasta ahora las observaciones de Voyager 1 de la dirección del campo magnético interestelar local está desviada en más de 40 grados de lo que otras naves espaciales han determinado. El nuevo estudio sugiere que esta discrepancia existe porque Voyager 1 se encuentra en un campo magnético más distorsionado justo fuera de la heliopausa, que es la frontera entre el viento solar y el medio interestelar.