Una andanada de pequeños impactos eliminó gran parte de la atmósfera primordial de la Tierra
3/12/2014 de MIT
Ilustración de la Tierra siendo golpeada por numerosas pequeñas rocas espaciales, o planetesimales, que habrían eliminado su atmósfera primordial. Crédito: NASA
La atmósfera de hoy en día conserva pocas trazas de su versión primordial. Los indicios geoquímicos sugieren que la atmósfera de la Tierra puede haber sido completamente destruida por lo menos dos veces desde su formación hace más de 4 mil millones de años. Sin embargo, no está claro cuáles son las fuerzas interplanetarias que produjeron una pérdida tan dramática.
Ahora investigadores del MIT, Hebrew University y Caltech han llegado a un escenario probable: un incansable bombardeo de pequeñas rocas espaciales, o planetesimales, puede haber acribillado la Tierra alrededor de la época en que se formó a Luna, golpeando nubes de gas con fuerza suficiente para expulsar pequeñas porciones de la atmósfera al espacio de forma permanente.
Decenas de miles de estos pequeños impactos, calculan los investigadores, habrían expulsado eficientemente la atmósfera primordial entera de la Tierra. Tales impactos pueden también haber azotado otros planetas, e incluso haber despojado de sus atmósferas a Venus y Marte.
De hecho, los investigadores encontraron que estos planetesimales pequeños pueden ser mucho más efectivos que los proyectiles gigantes para producir la pérdida atmosférica. Basándose en sus cálculos, se necesitaría un impacto gigante – casi tan masivo como la Tierra chocando contra sí misma – para dispersar la mayor parte de la atmósfera. Pero muchos impactos pequeños juntos tendrían el mismo efecto, empleando una diminuta fracción de la masa.