Un zoológico cósmico en la Gran Nube de Magallanes
2/6/2010 de ESO
En su intento por comprender el Universo, los astrónomos a menudo apuntan sus telescopios hacia la Gran Nube de Magallanes (GNM), una de las galaxias más cercanas a nuestra Vía Láctea. En esta espectacular nueva fotografía tomada por el instrumento Wide Field Imager (WFI), instalado en el Observatorio La Silla de ESO en Chile, se exhibe una colección celeste de diferentes objetos y fenómenos ubicados en la GNM, que van desde vastos cúmulos globulares hasta restos dejados por brillantes explosiones de supernovas. Esta fascinante observación provee datos para una amplia variedad de proyectos de investigación, desvelando la vida y muerte de estrellas y la evolución de galaxias.
La Gran Nube de Magallanes (GNM) está a sólo unos 160.000 años-luz de nuestra Vía Láctea, muy cerca en escala cósmica. Esta proximidad la convierte en un objetivo muy importante ya que puede ser estudiada con más detalle que otros sistemas más distantes. La GNM está en la constelación El Dorado, en las profundidades del cielo austral, y tiene una ubicación privilegiada para ser analizada desde los observatorios de ESO en Chile [1]. Es una de las galaxias que forman el Grupo Local que rodea la Vía Láctea, y aunque es enorme en escala humana, la GNM es considerada enana ya que posee un décimo de la masa de nuestra galaxia madre y abarca sólo 14.000 años-luz, comparados con los 100.000 años-luz de la Vía Láctea. Los astrónomos se refieren a ella como una galaxia enana irregular [2]. Su irregularidad, combinada con su destacada franja de estrellas al centro, indica a los astrónomos que en las interacciones de mareas con la Vía Láctea y el Grupo Local, la Pequeña Nube Magallanes pudo haberla transformado desde una clásica espiral barrada hasta su forma moderna, más caótica.