Un vacío intergaláctico recién descubierto repele a la Vía Láctea
31/1/2017 de Institute for Astronomy / Nature Astronomy
Mapa de la distribución y movimientos de las galaxias en una escala de 1500 millones de años-luz. La Vía Láctea está situada al principio de la flecha amarilla, cerca del centro de la figura, y se está desplazando a 2.25 millones de kilómetros por hora en la dirección de la flecha. Este desplazamiento está producido en partes iguales por la atracción de regiones superdensas llamados los atractores Grande y de Shapley, y por la ausencia de atracción (que actúa como una repulsión) de la infradensidad de materia en el vacío recién descubierto, el Repelente Dipolar. Las líneas azules empiezan en el Repelente Dipolar y trazan el potencial gravitatorio hacia el atractor de Shapley. Crédito: Yehuda Hoffman, Daniel Pomarede, R. Brent Tully, Helene Courtois.
Durante décadas, los astrónomos han sabido que nuestra galaxia la Vía Láctea, junto con su galaxia compañera Andrómeda, está desplazándose por el espacio a unos 2.25 millones de kilómetros por hora respecto a la expansión del Universo. Los científicos generalmente asumen que las regiones densas del Universo, pobladas con un exceso de galaxias, están tirando de nosotros del mismo modo que la gravedad hizo que la manzana de Newton cayera hacia la Tierra.
Ahora, un equipo de investigadores ha anunciado el descubrimiento de una región casi vacía previamente desconocida, en nuestro vecindario extragaláctico. Casi carente de galaxias, este vacío ejerce de manera efectiva una fuerza repulsiva, empujando a nuestro Grupo Local de galaxias por el espacio.
Los astrónomos atribuían inicialmente el movimiento de la Vía Láctea al Gran Atractor, una región con media docena de cúmulos ricos en galaxias situada a unos 150 millones de años-luz. Poco después, la atención pasó a una estructura mucho mayor, llamada la Concentración de Shapley, situada a 600 millones de años-luz de distancia, en la misma dirección que el Gran Atractor. Sin embargo, ha existido mucho debate acerca de la importancia relativa de estos dos atractores y si son suficientes para explicar nuestro movimiento.
El vacío recién descubierto había sido sugerido anteriormente por astrónomos de la Universidad de Hawái, pero obtener una confirmación observacional de la ausencia de galaxias ha sido difícil. Hasta ahora, los estudios se centraban principalmente en estudiar una distribución detallada de las galaxias (dónde están situadas y cuánto atraen a la Vía Láctea). En este nuevo estudio, dirigido por Yehuda Hoffman (Universidad Hebrea) se ha intentado una aproximación diferente. En vez de mirar las posiciones de las galaxias, utilizaron los movimiento de estas. El equipo de investigadores ha creado así un mapa 3D del campo de flujo de las galaxias, utilizándolo para deducir la distribución de masa que consiste en materia oscura y galaxias luminosas. Este modelo revela las regiones sobredensas que tiran de la Vía Láctea, y las subdensas que la empujan.
La región del espacio que está desplazándose coherentemente, alejándose del vacío y dirigiéndose hacia los atractores, es enorme, con un tamaño de más de mil millones de años-luz, o una décima parte del universo observable. El supercúmulo de galaxias de Laniakea se encuentra inmerso en este flujo, como un corcho en un río.