Un nuevo descubrimiento arroja luz sobre el ecosistema de las galaxias jóvenes
6/9/2011 de Carnegie Institution
Un equipo de científicos, dirigido por Michael Rauch, de los Observatorios Carnegie, ha descubierto una lejana galaxia que puede ayudar a resolver dos cuestiones fundamentales de la formación de galaxias: cómo las galaxias adquieren materia, y cómo emiten radiación de alta energía.
Durante la época en que se formaron las primeras galaxias, se piensa que éstas irradiaron energía que calentó los átomos de hidrógeno neutro de los alrededores y los excitó hasta el punto en que perdieron electrones. Esto produjo el plasma ionizado que hoy llena el universo. Pero se sabe poco sobre cómo esta luz de alta energía fue capaz de escapar del alrededor inmediato de cada galaxia, conocido como halo galáctico. Las galaxias que observamos hoy en día tienden a estar rodeadas completamente por halos gaseosos de hidrógeno neutro, que absorbe toda la luz capaz de ionizar el hidrógeno antes de que tenga una oportunidad de escapar.
Rauch y su equipo, utilizando los telescopios Magellan en el Observatorio de Las Campanas e imágenes de archivo del telescopio espacial Hubble, han descubierto una galaxia con una mancha extensa de luz que la rodea. El aspecto del objeto indica que aproximadamente la mitad de la radiación de la galaxia debe de estar escapando y excitando átomos de hidrógeno fuera de su halo.
La clave de la fuga de radiación se encuentra en la inusual forma distorsionada de la recién observada galaxia. Parece que el objeto fue golpeado recientemente por otra galaxia, creando un agujero en su halo, permitiendo el paso de la radiación.