Un magnetar en el corazón de nuestra Vía Láctea
18/9/2013 de Max Planck Institue for Radio Astronomy
Un grupo de astrónomos ha descubierto un magnetar en el centro de nuestra Vía Láctea. Este púlsar tiene un campo magnético extremadamente potente, y permite a los investigadores estudiar el vecindario más próximo al agujero negro del corazón de nuestra galaxia. Un equipo internacional de astrónomos, dirigido por el Instituto Max Planck de Radioastronomía de Bonn ha medido, por primera vez, la intensidad del campo magnético alrededor de esta fuente central, y pudieron demostrar que este último es alimentado por campos magnéticos. Éstos controlan la caída de material hacia el agujero negro, explicando así también las emisiones en rayos X de esta trampa gravitacional.
El descubrimiento de un púlsar en órbita cerca del posible agujero negro supermasivo del centro de nuestra Vía Láctea (llamado Sagittarius A*, o Sgr A*), ha sido uno de los principales objetivos de los astrónomos de púlsares durante los últimos 20 años. Los púlsares, esos relojes cósmicos extremadamente precisos, podrían ser empleados para medir las propiedades del espacio y del tiempo alrededor de este objeto, y para comprobar si la teoría general de la relatividad de Einstein podría superar las pruebas más estrictas.
El púlsar recién descubierto, llamado PSR J1745-2900, pertenece a un subgrupo específico de púlsares, los llamados magnetares. Los magnetares son púlsares con campos magnéticos extremadamente altos del orden de 100 millones de Teslas, unas 1000 veces más intensos que los campos magnéticos de estrellas de neutrones ordinarias o 100 trillones de veces el campo magnético de la Tierra. La emisión de estos objetos también se sabe que está polarizada en extremo. Las medidas de la rotación del plano de polarización producido por un campo magnético externo (el llamado efecto Faraday) pueden ser usadas para inferir la intensidad del campo magnético a lo largo de la línea visual al púlsar.