Un estudio muestra cómo los ‘ladrillos’ planetarios evolucionaron de objetos porosos a duros
21/1/2015 de University of Chicago / Nature Communications
![This image shows an element map of chondrules in the Renazzo meteorite. Green is magnesium, yellow is calcium, red is iron and blue is silicon. These textures are similar to one of the simulations of a mesoscale impact shock reported in December 2014 in Nature Communications. The scale bar at lower left measures six millimeters (two-tenths of an inch). - See more at: http://news.uchicago.edu/article/2015/01/16/study-shows-how-planetary-building-blocks-evolved-porous-hard-objects#sthash.BSsSVHb1.dpuf](http://news.uchicago.edu/sites/all/files/imagecache/image_landingpage_zoom/images/image/20150112/mqrfxpocdb.18933.20150112.jpg)
Esta imagen muestra cóndrulos en el meteorito Renazzo. El verde es magnesio, el amarillo es calcio, el rojo es hierro y el azul es silicio. Estas texturas son similares a una de las simulaciones de impactos realizadas en esta investigación. La barra de escala abajo a la izquierda mide seis milímetros. Imagen cortesía de Bland et al. (2014) .
Un equipo internacional de científicos ha conseguido nuevos datos sobre la evolución de los materiales de construcción de planetas en el Sistema Solar primitivo estudiando algo pequeño.
Los investigadores compararon los resultados de simulaciones numéricas a pequeña escala de choques de partículas de polvo y rocas con la composición de meteoritos. Descubrieron que los choques ayudaron a transformar materiales inicialmente porosos en los asteroides y meteoritos más sólidos que observamos hoy en día.
“Sabemos que los primeros objetos del Sistema Solar eran muy porosos”, afirma Phil Bland, de Curtin Universty, Australia. “Sabemos que los meteoritos procedentes de esos objetos ya no son porosos. Es muy probable que hayan perdido su porosidad en impactos. En nuestro trabajo extraemos las consecuencias”.
Estas consecuencias incluyen un límite de velocidad cósmico de los objetos que chocaron. Un número mayor de colisiones produciría colisiones con más energía, provocando un nivel de compresión de las partículas que los meteoritos condríticos no muestran.
El límite de velocidad que calculan está entre los 2700 y 14400 kilómetros por hora. Esto puede proporcionar a los científicos nuevos modos de pensar en los objetos primordiales del Sistema Solar, según Bland. Este límite de velocidad contradice los estudios que proponen una migración hacia afuera de Júpiter y Saturno a principios de la historia del Sistema Solar, que es consecuencia de asumir velocidades de colisión mayores.