Un estudio con Spitzer y Chandra, de NASA, sugiere que los agujeros negros abundan entre las primeras estrellas
6/6/2013 de NASA
Comparando señales del fondo cósmico infrarrojo y de rayos X de la misma franja de cielo, un equipo internacional de astrónomos ha descubierto indicios de un número significativo de agujeros negros que acompañó a las primeras estrellas del universo.
Usando datos del observatorio de rayos X Chandra, de NASA, y del telescopio espacial Spitzer de NASA, que observa en el infrarrojo, los investigadores han concluido que una de cada cinco fuentes que contribuyen a la señal infrarroja es un agujero negro.
“Nuestros resultados indican que los agujero negros son responsables de por lo menos el 20 por ciento del fondo cósmico infrarrojo, lo que indica una intensa actividad de agujeros negros alimentándose de gas durante la época de las primeras estrellas”, afirma Alexander Kashlinsky, astrofísico del Goddard Space Flight Center de NASA.
El fondo cósmico de infrarrojos es la luz conjunta procedente de una época en que empezaron a emerger estructuras por primera vez en el universo. Los astrónomos piensan que procede de cúmulos de soles masivos en las primeras generaciones de estrellas del universo, así como de agujeros negros, que producen grandes cantidades de energía mientras acumulan gas.