Un equipo de astrónomos descubre una extraña reliquia fósil de la Vía Láctea temprana
19/9/2016 de ESO
Imagen del inusual cúmulo de estrellas Terzan 5. Nuevos datos indican que se trata de uno de los primeros componentes del bulbo galáctico, con mucha probabilidad una reliquia de los primeros días de la Vía Láctea. Crédito: ESO/F. Ferraro.
Un equipo internacional de astrónomos, utilizando el Very Large Telescope de ESO y otros telescopios, ha revelado la existencia de un resto fósil de la Vía Láctea temprana que da cobijo a estrellas de muy diferentes edades. Este sistema estelar se asemeja a un cúmulo globular, pero no se parece a ninguno conocido. Contiene estrellas muy similares a las estrellas más antiguas de la Vía Láctea y tiende un puente entre el presente y el pasado de nuestra galaxia, ayudándonos a rellenar ese espacio vacío en nuestra comprensión de su historia.
Terzan 5 se encuentra a 19.000 años luz de la Tierra, en la constelación de Sagitario (el arquero) y en la dirección del centro galáctico. Hace ya unos cuarenta años, desde su detección, que se clasifica como un cúmulo globular. Ahora, un equipo de astrónomos, liderado por investigadores italianos, ha descubierto que Terzan 5 no es como los demás cúmulos globulares conocidos.
El equipo estudió los datos del instrumento Multi-conjugate Adaptive Optics Demonstrator, instalado en el Very Large Telescope, así como de un conjunto de otros telescopios en tierra y en el espacio. Encontraron pruebas contundentes que en Terzan 5 hay dos clases distintas de estrellas que no sólo difieren en los elementos que contienen, sino que tienen una diferencia de edad de aproximadamente 7.000 millones de años.
Las edades de las dos poblaciones indican que el proceso de formación de estrellas en Terzan 5 no fue continuado, sino que estuvo dominado por dos brotes distintos de formación estelar. “Esto implica que el antepasado de Terzan 5 debía contar con grandes cantidades de gas para tener una segunda generación de estrellas y ser bastante masivo. Por lo menos 100 millones de veces la masa del Sol”, explica el coautor del estudio Davide Massari, investigador del INAF (Italia) y de la Universidad de Groningen (Países Bajos).
Sus inusuales propiedades hacen de Terzan 5 el candidato ideal para ser un fósil viviente de los inicios de la Vía Láctea. Las teorías actuales sobre la formación de la galaxia asumen que, para formar el bulbo primordial de la Vía Láctea, fue necesaria la interacción entre ingentes masas de gas y estrellas que, durante el proceso, acabaron fusionándose y disolviéndose.