Un agujero negro escondido entre sus propios desechos
16/9/2016 de NRAO / Astrophysical Journal Letters
Imagen de ALMA de la región central de la galaxia NGC 1068. El toro de material que alberga el agujero negro supermasivo está destacado en el recuadro. Esta región, de unos 40 años luz aproximadamente, es el resultado de material expulsado del disco de acreción del agujero negro. Crédito: Gallimore et al.; ALMA (ESO/NAOJ/NRAO); B. Saxton (NRAO/AUI/NSF).
En el centro de las galaxias hay agujeros negros supermasivos, con entre millones y miles de millones de veces la masa de nuestro Sol. Muchos de estos gigantes galácticos están escondidos dentro de un grueso anillo de polvo y gas conocido como toro. Observaciones anteriores sugerían que estas estructuras se forman a partir del material que se encuentra cerca del centro de la galaxia.
Sin embargo, ahora datos nuevos del conjunto de radiotelescopios Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) han desvelado que el agujero del centro de la galaxia llamada NGC 1068 es en realidad la fuente de su propio toro de polvo y gas, forjado a partir de material expulsado del disco de acreción del agujero negro.
Esta fuente cósmica recién descubierta de gas frío y de polvo podría cambiar las ideas acerca del impacto que los agujeros negros tiene en la galaxia que los alberga y, potencialmente, sobre el medio intergaláctico.
Empleando ALMA, el equipo internacional de astrónomos dirigido por Jack Gallimore (Bucknell University) observó el interior de esta región, descubriendo un rocío de nubes frías de monóxido de carbono abandonando la zona exterior del disco de acreción. La energía procedente del interior caliente del disco ioniza parcialmente estas nubes, permitiendo que se adhieran a las potentes líneas del campo magnético que se enrollan alrededor del disco.