Una estrella agonizante sufre de ‘latidos irregulares’
17/9/2015 de University of Warwick / Astrophysical Journal
La estrella con el latido irregular, PG1149+057,es una enana blanca pulsante, el corazón agotado de una estrella evolucionada. Se trata de un objeto extremadamente denso, casi por completo formado por carbono y oxígeno. Crédito: UDS/CNRS aladin.u-strasbg.fr/AladinLite/.
Un equipo de astrónomos de la Universidad de Warwick ha descubierto que algunas estrellas agonizantes sufren ‘latidos irregulares’, es decir, episodios en los que aumenta rápidamente el brillo de lo que parecen estrellas enanas blancas pulsantes, que son estrellas que se encuentran en las fases finales de sus ciclos de vida.
En la enana blanca PG1149+057, además del ritmo regular de pulsaciones esperado, que hacen que el brillo de la estrella aumente y disminuya en un pequeño porcentaje cada pocos minutos, los investigadores observaron algo completamente inesperado cada pocos días: explosiones arrítmicas, masivas, que rompían el pulso regular de la estrella y calentaban de forma significativa su superficie durante muchas horas.
La estrella con el latido irregular, PG1149+057, es una enana blanca pulsante, que es el núcleo agotado de una estrella evolucionada, una estrella extremadamente densa que está compuesta casi por entero de carbono y oxígeno. Nuestro Sol se convertirá al final en una enana blanca dentro de más de 6 mil millones de años, después de que agote su combustible nuclear.
Hace décadas que se conocen las pulsaciones de las enanas blancas, y algunas son relojes excepcionales, con pulsaciones que se han mantenido casi perfectamente regulares durante más de 40 años. Las pulsaciones se piensa que son una fase natural que alcanza la enana blanca cuando llega a la temperatura adecuada para generar una mezcla de átomos de hidrógeno parcialmente ionizados en su superficie. La mezcla de átomos excitados puede almacenar y luego emitir energía, haciendo que la estrella resuene con pulsaciones cada pocos minutos.
Existe un intervalo muy estrecho de temperaturas superficiales a las que pueden excitarse las pulsaciones en enanas blancas, y hasta ahora las irregularidades han sido observadas solo en las más frías de las que pulsan. Por tanto, puede que estas explosiones irregulares no sean sólo una rareza: tienen el potencial de cambiar el modo en que los astrónomos entienden el modo en que las pulsaciones, los latidos regulares, llegan a su final en las enanas blancas.