Torbellinos en Júpiter: girando en dirección contraria
1/12/2015 de Max Planck Institute for Solar System Research/ Nature Geoscience
Comparación entre una imagen de Júpiter y las nuevas simulaciones por computadora. La imagen (izquierda) muestra las nubes de Júpiter delineadas por vientos fuertes. Las franjas de viento con direcciones este y oeste producen las bandas de colores. Los torbellinos anticiclónicos son las manchas brillantes de la parte inferior de la imagen. Con un diámetro de 16000 kilómetros, la Gran Mancha Roja es el mayor tornado de nuestro Sistema Solar. En la simulación por computadora (derecha) los vientos anticiclónicos se muestran en azul, los vientos ciclónicos en rojo. Los anillos ciclónicos son visibles también como anillos más oscuros en la imagen de Júpiter (izquierda). Crédito: NASA/JPL/University of Alberta/MPS.
Los numerosos torbellinos que recubren Júpiter son provocados por flujos ascendentes de gas que se originan en las profundidades del planeta gigante. Esta es la conclusión a la que han llegado científicos de la Universidad de Alberta (Canadá) y del Instituto Max Planck de Investigaciones sobre el Sistema Solar (MPS, Alemania) después de intensas simulaciones por computadora. Los flujos ascendentes son desviados por capas de gas estables que se encuentran a gran altura y son retorcidos por la fuerza de Coriolis.
El modelo nuevo ha conseguido simular, por primera vez, que los torbellinos de Júpiter ocurren predominantemente en amplias bandas al norte y al sur del ecuador. Allí se encuentra la Gran Mancha Roja, un anticiclón gigante de la atmósfera del planeta que ha permanecido estable durante siglos. El modelo también explica por qué las tormentas de Júpiter giran en direcciones opuestas a las de la Tierra, es decir, en sentido horario en el hemisferio norte y en sentido antihorario en el sur.
“Nuestra simulación de alta resolución por computadora demuestra el papel fundamental de la interacción entre los movimientos a gran profundidad en el interior del planeta y la capa exterior estable”, resume Johannes Wicht del MPS.
Los nuevos cálculos ofrecen una imagen muy realista de las capas superiores de la atmósfera de Júpiter: las corrientes del interior no producen anticiclones aleatoriamente sino preferentemente en las cercanías de los polos así como en ciertas bandas por arriba y por debajo del ecuador. El tamaño de estas estructuras disminuye al aumentar la distancia al ecuador. Esto coincide con las observaciones. “El patrón viene determinado por la dinámica del interior del planeta y, en particular, por la interacción entre los paquetes de gas que ascienden y las corrientes que fluyen hacia el oeste y hacia el este, algo que el modelo por computadora reproduce también de manera realista”, comenta Wicht.