“Tierras caóticas”: algunos exoplanetas habitables podrían experimentar climas imposibles de predecir
13/3/2015 de University of Washington
Una “Tierra caótica” podría existir en un sistema planetario en el que un planeta vecino tiene un “año” que es un múltiplo entero del “año” de otro planeta y si los planos orbitales no están alineados. Estos planetas tendrían climas impredecibles, quizás siendo inhabitables durante periodos de millones de años. En este dibujo, un planeta potencialmente habitable es perturbado por un planeta con la masa de Neptuno, induciendo una órbita alargada que producirá temperaturas extremas en el planeta. Crédito: Rory Barnes.
Una nueva investigación, realizada por el astrónomo Rory Barnes de la Universidad de Washington y sus colaboradores, describe posibles sistemas planetarios donde un empujón gravitacional de un planeta que tenga justo la configuración orbital e inclinación precisas podría tener un efecto entre suave y devastador sobre la órbita y clima de otro mundo posiblemente habitable.
La magnitud del caos varía mucho, comenta Barnes, desde planetas cuyas órbitas siguen siendo principalmente circulares a aquéllos “cuyas órbitas se hacen tan alargadas que un planeta podría chocar contra su estrella nodriza, ¡un modo extremo de cambio climático!”.
Y aunque el efecto no sea tan dramático, la órbita (y por tanto el clima ya que la órbita es el factor principal determinante del clima) podría todavía ser suficiente para inhibir la vida, o esterilizar el planeta si la vida ya hubiera aparecido, afirma Barnes.
El efecto en particular que estudian se llama “resonancia” y aparece cuando los periodos orbitales de dos planetas son una proporción entera uno del otro, como Neptuno que completa tres órbitas alrededor del Sol cada vez que Plutón completa dos. Una fuerza repetitiva, como un empujón gravitacional, ocurre en el mismo lugar en las órbitas de los planetas alrededor de la estrella, y su efecto se acumula lentamente a lo largo de millones de años.
Esto puede ocurrirle a un planeta que se encuentre en la zona habitable de su estrella, la franja de espacio correcta para permitir que un planeta en órbita tenga agua líquida en su superficie, posibilitando la vida. Barnes llama a estos mundos “Tierras caóticas” y sugiere darles prioridades bajas en la búsqueda de vida.