Obtienen un mapa de temperatura y vapor de agua en un exoplaneta extremo
13/10/2014 de Hubble site / Sicence Express
Este es un mapa de temperaturas del exoplaneta WASP-43b. El gigante de gas está en órbita muy cerca de su estrella, con un periodo de 19.5 horas. Debido a que el planeta mantiene siempre la misma cara dirigida hacia la estrella, existen variaciones extremas de temperatura entre las caras diurna y nocturna. La región pintada de blanco en la cara diurna se encuentra a 1500 ºC. Las temperaturas de la cara nocturna caen por debajo de los 540 ºC. Esta brusca variación contrasta con las temperaturas predominantemente uniformes de los planetas gigantes del Sistema Solar. Las observaciones en el infrarrojo con el telescopio espacial Hubble permitieron medir cómo varían las temperaturas tanto en altitud como en longitud sobre el planeta. Crédito: NASA, ESA, y K. Stevenson, L. Kreidberg, y J. Bean (University of Chicago).
Un equipo de científicos ha obtenido, con el telescopio espacial Hubble de NASA/ESA, el mapa global más detallado hasta la fecha del brillo de un planeta en órbita alrededor de otras estrellas, revelando así los secretos del agua y de la temperatura del aire.
El mapa proporciona información sobre las temperaturas en diferentes capas de la atmósfera de este mundo y estudia la cantidad y distribución de vapor de agua por el planeta. Los descubrimientos nos permiten comprender la dinámica atmosférica y la formación de planetas gigantes como Júpiter. “Estas medidas abren la puerta a un nuevo tipo de planetología comparada”, afirma el líder del equipo, Jacob Bean, de la Universidad de Chicago.
Las observaciones del Hubble muestran que el planeta, llamado WASP-43b no es un lugar que algún día podamos llamar hogar. Es un mundo de extremos, donde feroces vientos soplan a la velocidad del sonido desde la cara diurna, que se encuentra a 1650 grados Celsius (suficientemente caliente como para fundir el acero) hacia la cara nocturna donde las temperaturas caen por debajo de unos relativamente fríos 540 grados Celsius.
Observando la rotación del planeta, los astrónomos también pudieron medir las abundancias y temperaturas a diferentes longitudes geográficas por el planeta.