Observan emisiones de rayos X duros procedentes de la supernova cercana Cassiopeia A
9/5/2016 de Phys.org / The Astrophysical Journal
Uno de los restos de supernova más famosos del cielo, Cassiopeia A, objeto del presente estudio, se muestra en esta imagen del observatorio de rayos X Chandra. El esquema de colores utilizado es éste: los rayos X de baja energía son rojos, los de energía intermedia son verdes y los de más alta energía detectados por Chandra son de color azul. Crédito: NASA/CXC/SAO.
Un resto de supernova cercano y joven, llamado Cassiopeia A, es un excelente candidato para las observaciones astrofísicas de procesos relacionados con las explosiones de supernova. Uno de los estudios más recientes se centra en las emisiones en rayos X duros de esta fuente, en las que se ha encontrado por primera vez una misión continua no térmica.
Situada a 11 000 años luz, Cassiopeaia A es la radiofuente extrasolar más brillante del cielo a frecuencias por encima de 1 GHz. Ahora los astrónomos chinos Wei Wang y Zhuo Li han estudiado datos tomados durante 10 años por el satélite de rayos gamma INTEGRAL de ESA, descubriendo por primera vez una emisión de rayos X de esta fuente por encima de una energía de 100keV (los llamados rayos X duros).
Cassiopeia A tiene una emisión térmica (los electrones radian por estar a temperaturas altas) en bandas de rayos X blandos con energías entre 0.1 y 10 keV, pero en bandas de rayos X duros, por encima de 10 keV, muestra una emisión no térmica (las características de la radiación no dependen de la temperatura). Las observaciones en rayos X duros de este resto de supernova permiten también estudiar las líneas emitidas a 67.9 y 78.4 keV debidas a la desintegración de titanio radiactivo 44Ti, un isótopo radiactivo con una vida media de sólo 59 años. “En Cassiopeia A detectamos dos líneas de emisión del 44Ti a 68 y 78 keV”, comentó Wang.
Los científicos tomaron medidas para explicar el origen físico de la emisión no-térmica por encima de los 100 keV del resto de supernova estudiado. Una de las explicaciones más plausibles que ofrecen es que puede existir un campo magnético en alguna región pequeña del remanente o que el campo magnético aumente al crecer la distancia al frente de choque, lo que permite a los electrones producir fotones de mayor energía al alejarse. Sin embargo, no existe por el momento ninguna teoría u observación que apoye la idea de que el campo magnético aumente al alejarse.