Nuevos datos sobre cómo el mínimo solar afecta a la Tierra
15/6/2011 de NASA
Desde 1611, los humanos han registrado las idas y venidas de manchas negras en el sol. El número de estas manchas crece y disminuye con un ciclo aproximado de 11 años: más manchas solares implican más actividad y erupciones en el sol y viceversa. El número de manchas solares puede cambiar de ciclo a ciclo, y 2008 vio el más largo y débil de los mínimos solares desde que los científicos han monitorizado el sol con instrumentos espaciales.
Las observaciones, sin embargo, han demostrado que los efectos magnéticos de la Tierra debidos al Sol, efectos que causan la aparición de las auroras, no están sincronizados con el ciclo de magnetismo bajo en el sol. Ahora, un artículo publicado en Annales Geophysicae anuncia que estos efectos sobre la Tierra alcanzaron, en efecto, un mínimo (de hecho, alcanzaron sus niveles más bajos de este siglo), pero unos ocho meses más tarde. Los científicos creen que factores como la velocidad del viento solar, y la fuerza y dirección de los campos magnéticos en su interior, contribuyeron a producir este mínimo anómalo.
Los efectos geomagnéticos son básicamente los cambios magnéticos en la Tierra debidos al sol, y se miden con lecturas de magnetómetros en la superficie de la Tierra. Estos efectos son inofensivos, normalmente, y el único signo obvio de su presencia es la aparición de auroras cerca de los polos. Sin embargo, en casos extremos pueden producir caídas de tensión en instalaciones eléctricas, o inducir corrientes eléctricas peligrosas en conductos largos, así que es importante saber cómo los efectos geomagnéticos cambian con el sol.