Nuevas medidas de un isótopo podrían alterar la historia primitiva del Sistema Solar
4/4/2012 de Argonne National Laboratory / Science
Los primero días de nuestro Sistema Solar podrían ser bastante diferentes a lo que se pensaba, según unas investigaciones realizadas en el Laboratorio Nacional Argonne de USA, publicadas en Science. El estudio emplea instrumentos más sensibles que encuentran un valor diferente de la vida media del samario, uno de los isótopos empleado para describir la evolución del Sistema Solar.
“Reduce la cronología de los primeros sucesos del Sistema Solar, como la formación de planetas, a un intervalo de tiempo más corto”, afirma el físico de Argonne Michael Paul. “Esto también significa que algunas de las rocas más antiguas de la Tierra se habrían formado antes, tan pronto como sólo 120 millones de años después de que se formara el Sistema Solar, en el caso de unas rocas de Groenlandia”.
Según la teoría actual, todo en nuestro Sistema Solar se formó a partir de polvo estelar hace varios miles de millones de años. Parte de este polvo se formó en gigantescas explosiones de supernovas que aportaron la mayoría de los elementos pesados. Uno de estos es el isótopo samarium-146.
El samarium-146, o Sm-146, es inestable y ocasionalmente emite una partícula, lo que cambia al átomo en un elemento diferente. Utilizando la misma técnica que la datación con radiocarbono, los científicos pueden calcular cuánto tiempo ha pasado desde que el Sm-146 fue creado. Debido a que el Sm-146 decae extremadamente despacio (del orden de millones de años) muchos modelos lo usan para ayudar a determinar la edad del Sistema Solar.
Ahora, los investigadores han medido el tiempo que tarda una cantidad de este isótopo en disminuir a la mitad (su vida media), encontrando un valor de sólo 68 millones de años, significativamente menos que el valor usado previamente de 103 millones de años.
“La nueva escala de tiempos coincide con una datación precisa, reciente, obtenida de una roca lunar, y está en mejor acuerdo con los datos obtenidos con otros cronómetros”, afirma Michael Paul, físico de Argonne.