Los astronautas podrían cultivar mejores lechugas en Marte que en la Luna
3/10/2014 de Inside Science
Los investigadores sembraron 4200 semillas en suelos que tratan de imitar los suelos de futuros invernaderos de Marte y de la Luna. Crédito: Wieger Wamelink | http://on.fb.me/1rYkF8p
El establecimiento de colonias marcianas exigirá que los exploradores cultiven su propia comida. Nuevas investigaciones han descubierto que un suelo marciano simulado es mejor para la vida de las plantas que un suelo lunar simulado y que un suelo de la Tierra de baja calidad. Sin embargo, todavía será necesario solucionar muchos problemas antes de que los astronautas puedan recoger su primera berenjena extraterrestre.
“Este tipo de investigaciones es necesario para precisar los planes futuros de cultivo de plantas en Marte, algo que pienso que resultará muy útil si queremos colonizar o incluso sólo estar durante un corto periodo de tiempo en Marte”, afirma John Kiss, biólogo de plantas de la Universidad de Mississippi, que no ha participado en la investigación. “Es difícil llevarte la comida de viaje”.
Nadie ha cultivado nunca plantas en suelos marcianos o lunares, pero los científicos del proyecto Apollo frotaron y espolvorearon materiales de la Luna sobre plantas para comprobar si el suelo era tóxico. Más recientemente, un equipo ruso demostró que las caléndulas pueden crecer y florecer en un suelo lunar simulado.
Wieger Wamelink, un ecólogo del Instituto Alterra de la Universidad y Centro de Investigación de Wagenigen (Países Bajos) y sus colaboradores han empleado suelos que imitan a los extraterrestres. El suelo lunar simulado procede de un campo volcánico situado a las afueras de Flagstaff (Arizona) mientras que el suelo marciano procede de un cono de ceniza de Hawái. Ambos tiene niveles bajos de nutrientes, excepto por el hecho de que el falso suelo marciano tiene bajos niveles de carbono orgánico, que estaría completamente ausente si se tratase del suelo real. También se empleó suelo arenoso de baja calidad recogido cerca del Rhin, en Europa.
Los investigadores sembraron más de 4000 semillas de 14 plantas diferentes, tanto alimenticias como plantas salvajes más resistentes. Comprobaron que las plantas germinaron mucho más rápido de lo esperado en las macetas marcianas y terrestres. “No esperaba que germinasen muchas plantas porque sé que estos suelos tienen una gran cantidad de metales pesados”, afirmaba Wamenlik. “En el suelo marciano fueron muy bien, mucho mejor de lo que esperábamos. Fue realmente una sorpresa para nosotros”.