Los agujeros negros supermasivos provocan un calentamiento galáctico
26/5/2016 de SDSS / Nature
Ilustración de artista de las galaxias Akira (derecha) y Tetsuo (izquierda) en acción. La gravedad de Akira atrae el gas de Tetsuo hacia su agujero negro central, alimentando vientos que tienen el poder de calentar el gas de Akira. La acción de los vientos del agujero negro impiden un nuevo ciclo de formación estelar en Akira. Crédito: Kavli IPMU.
Durante los últimos miles de millones de años, una misteriosa clase de “calentamiento galáctico” ha convertido cantidades enormes de galaxias en desiertos carentes de frescas estrellas jóvenes. El problema para los astrónomos ha sido identificar el proceso desconocido que mantiene el gas de estas galaxias adormecidas demasiado caliente y energético para formar estrellas.
Ahora, los astrónomos del proyecto Sloan Digital Sky Survey (SDSS) han anunciado el descubrimiento de una nueva clase de galaxias llamadas “géiseres rojos” que albergan agujeros negros supermasivos con vientos que tienen el poder de mantener apagadas estas galaxias durmientes. “Sabíamos que tenía que haber un modo de evitar la formación de estrellas en estas galaxias, y ahora tenemos una buena idea de lo que es”, comenta Edmond Cheung, primer autor del artículo publicado hoy en Nature.
Durante mucho tiempo los astrónomos habían tenido sospechas de que la razón tenía algo que ver con los agujeros negros supermasivos que existen en los centros de muchas galaxias, pero carecían de pruebas sólidas.
Cheung ha llamado “Akira” a este primer ejemplo de galaxia de géiser rojo, por un famoso personaje de cómic manga japonés. Akira tiene una galaxia compañera que Cheung ha llamado “Tetsuo” por otro personaje del mismo manga. Akira está robando gas de Tetsuo, lo que produce los vientos del agujero negro supermasivo de Akira. Los vientos alimentados por el gas de Tetsuo son la razón de que Akira sea actualmente una galaxia de géiser rojo. A Kevin Bundy, coautor del estudio, se le ocurrió llamar así a estas galaxias porque las súbitas apariciones de estos vientos le recordaban las erupciones esporádicas de un géiser y porque el no formar estrellas nuevas deja a la galaxia sólo con estrellas rojas.