Las semillas interestelares podrían crear oasis de vida
16/9/2015 de Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics (CfA) / The Astrophysical Journal Letters
En esta ilustración artística teórica de la galaxia de la Vía Láctea, las “burbujas” verdes marcan áreas donde la vida se ha extendido más allá de su sistema original para crear oasis cósmicos, un proceso llamado panspermia. Nuevas investigaciones sugieren que podríamos detectar el patrón de la panspermia, si se produce. Crédito: NASA/JPL/R. Hurt.
Sólo tenemos un ejemplo de planeta con vida: la Tierra. Pero durante la próxima generación debería de ser posible detectar signos de vida en planetas en órbita alrededor de estrellas lejanas. Nuevas investigaciones de astrofísicos de Harvard demuestran que si la vida puede viajar entre las estrellas (un proceso llamado panspermia) se extendería siguiendo un patrón característico que podríamos identificar en principio.
“En nuestra teoría, cúmulos de vida se forman, crecen y se superponen como burbujas en una olla con agua hirviendo”, comenta el autor Henry Lin del Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics (CfA).
Hay dos modos básicos de que la vida se extienda más allá de su estrella progenitora. La primera sería a través de procesos naturales como un efecto de honda gravitatoria producido por asteroides o cometas. El segundo sería que la vida inteligente deliberadamente viajara hacia afuera. La investigación no considera cómo ocurre la panspermia. Simplemente pregunta: si la panspermia de produce, ¿podríamos detectarla? En principio la respuesta es que sí.
El modelo asume que semillas de un planeta con vida se dispersarían en todas direcciones. Si una semilla alcanza un planeta habitable en órbita alrededor de una estrella cercana, puede enraizarse. Con el tiempo, el resultado de este proceso sería una serie de oasis con vida salpicando el paisaje galáctico. “La vida podría dispersarse de estrella progenitora a estrella progenitora siguiendo un patrón similar al del inicio de una epidemia. En cierto sentido, la Vía Láctea quedaría infectada con reservas de vida”, explica el coautor Avi Loeb de CfA.
Si detectamos señales de vida en las atmósferas de mundos alienígenas, el próximo paso sería buscar un patrón. Por ejemplo, en el caso ideal en el que la Tierra se encontrase al borde de una “burbuja” de vida, todos los mundos cercanos que alberguen vida que encontremos estarán en una mitad del cielo, mientras que la otra mitad será estéril.