La Vía Láctea, agitada… y revuelta
22/1/2014 de Leibiniz-Institut für Astrophysik Potsdam
Un equipo de científicos dirigido por Ivan Minchev del Leibiniz-Institut für Astrophysik Potsdam ha encontrado un modo de reconstruir la historia evolutiva de nuestra galaxia, la Vía Láctea, a un nuevo nivel de detalle.El estudio de un conjunto de datos de estrellas cercanas al Sol fue decisivo para los resultados ahora publicados.
Los astrónomos estudiaron los movimientos verticales de las estrellas – en dirección perpendicular al disco galáctico – en función de sus edades. Debido a que determinar directamente la edad de las estrellas es difícil, los astrónomos, en su lugar, analizaron la composición química de las estrellas: un aumento de la proporción de magnesio sobre hierro apunta a una edad mayor. Para este estudio, el equipo de Minchev empleó datos de estrellas cercanas al Sol tomados con el experimento Radial Velocity Experiment (RAVE). Los científicos encontraron que la regla “cuanto más vieja es la estrella, más rápido se mueve hacia arriba y hacia abajo a través del disco” no se aplicaba a las estrellas con una proporción mayor de magnesio sobre hierro. Al contrario de lo que se esperaba, los científicos observaron una caída extrema en la velocidad vertical de estas estrellas.
Para comprender estas sorprendentes observaciones, los científicos corrieron un modelo por computadora de la Vía Láctea que les permitió examinar el origen de estas estrellas viejas que se mueven despacio. Tras estudiar el modelo por computadora, encontraron que pequeñas colisiones galácticas podrían ser las responsables. Se piensa que la Vía Láctea ha sufrido cientos de tales colisiones con galaxias más pequeñas en el curso de su historia. Estas colisiones no son muy efectivas en agitar regiones masivas cerca del centro galáctico. Sin embargo, sí pueden incitar la formación de brazos espirales y, como consecuencia, desplazar estrellas desde el centro de la Galaxia a las zonas exteriores, donde se encuentra el Sol. Esta “migración radial” es capaz de transportar hacia afuera estrellas viejas (con valores altos de la proporción de magnesio sobre hierro), con velocidades hacia arriba y abajo bajas.