La superficie del cometa cambia ante los ojos de Rosetta
22/9/2015 de ESA / Astronomy& Astrophysics
Secuencia de diez imágenes que muestra los cambios en la región Imhotep del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko. Las flechas señalan la posición de los cambios morfológicos en la superficie. Crédito: ESA/Rosetta/MPS for OSIRIS Team MPS/UPD/LAM/IAA/SSO/INTA/UPM/DASP/IDA.
En los meses anteriores al perihelio del cometa 67P/ Chryumov-Gerasimenko, los científicos de Rosetta han sido testigos de cambios rápidos y dramáticos en la región de Imhotep. Desde su llegada en 2014 al cometa, Rosetta ha sido testigo de un aumento en la actividad del cometa, calentado por el cada vez más cercano Sol. Al incremento general de la emisión de gas y polvo se ha unido la aparición puntual de chorros de material y dramáticas explosiones en las semanas cercanas al perihelio, el punto de mayor acercamiento del cometa al Sol en su órbita, que se produjo el 13 de agosto de 2015.
Pero en junio de 2015, solo dos meses antes del perihelio, los científicos de Rosetta empezaron a notar cambios importantes en la superficie del propio núcleo. Estas alteraciones tan importantes han sido observadas en la región de Imhotep, que contiene terrenos suaves cubiertos por un material de grano fino y también grandes rocas, y que se encuentra en el lóbulo grande de 67P/G-C.
“Habíamos estado monitorizando la región de Imhotep desde agosto de 2014 y hasta mayo de 2015 no habíamos detectado cambios a escalas mayores de una décima de metro”, comenta Olivier Groussin, del Laboratoire d’Astrophysique de Marseille. “Y entonces una mañana vimos que había ocurrido algo: la superficie de Imhotep había empezado a cambiar dramáticamente. Los cambios continuaron durante un tiempo”.
Primero apareció una formación nueva redondeada en imágenes del 3 de junio. Las imágenes de días posteriores mostraron que esta formación crecía en tamaño, y que se le unía una segunda formación redondeada. El 2 de julio habían alcanzado diámetros de 220m y 140 m, respectivamente, y una tercera formación empezaba a aparecer. En el momento de la última imagen utilizada para este estudio, tomada el 11 de julio, estas tres estructuras se habían fundido en una mayor y otras dos formaciones habían aparecido. “Estos cambios espectaculares se están produciendo extremadamente rápido, con los bordes de las estructuras expandiéndose unas pocas decenas de centímetros por hora. Esto resalta la complejidad de los procesos físicos involucrados”, añade Olivier.