La primera vida del Universo podría haber nacido en planetas de carbono
8/6/2016 de CfA / Monthly Notices of the Royal Astronomical Society
En esta ilustración de artista, un planeta de carbono se encuentra en órbita alrededor de una estrella similar al Sol en el Universo primitivo. Los sistemas planetarios jóvenes pobres en elementos químicos pero relativamente ricos en carbono podrían formar mundos de grafito, carburos y diamante en lugar de rocas de silicatos como las de la Tierra. Los jirones azules son los lugares donde se ha almacenado el agua en la superficie del planeta, formando hábitats potenciales para la vida alienígena. Crédito: Christine Pulliam (CfA). Imagen del Sol de NASA/SDO.
Nuestra Tierra está formada por rocas de silicatos y un núcleo de hierro con un delgado barniz de agua y vida. Pero los primeros mundos potencialmente habitables que se formaron podrían haber sido muy diferentes. Una investigación nueva sugiere que la formación de planetas en el Universo temprano podría haber creado planetas de carbono hechos de grafito, carburos y diamante. Los astrónomos podrían encontrar estos mundos de diamante buscando una clase rara de estrella.
“Este trabajo demuestra que incluso estrellas con una pequeña fracción del carbono que hay en nuestro Sistema Solar pueden albergar planetas”, comenta Natalie Mashian, directora del estudio. “Tenemos buenas razones para pensar que la vida alienígena estará basada en el carbono, como la vida en la Tierra, así que esto es prometedor para la posibilidad de vida en el Universo primitivo”, añade. El Universo primordial consistía principalmente en hidrógeno y helio y le faltaban elementos químicos como el carbono y el oxígeno necesarios para la vida tal como la conocemos. Sólo después de que explotaran las primeras estrellas como supernovas y sembraran la segunda generación se hizo posible la formación de planetas y la vida.
Mashian y su director de tesis Avi Loeb examinaron un tipo particular de estrellas viejas, pobres en metales pero con abundancia extra de carbono, llamadas estrellas CEMP. Estas estrellas anémicas contienen sólo una centésima de milésima del hierro que contiene nuestro Sol, lo que significa que se formaron antes de que el espacio interestelar hubiese sido ampliamente sembrado con elementos pesados. “Estas estrellas son fósiles del Universo joven”, explica Loeb. “Estudiándolas podemos ver cómo empezaron los planetas y posiblemente la vida en el Universo”.
Aunque carecen de hierro y otros elementos pesados en comparación con nuestro Sol, las estrellas CEMP tienen más carbono del que se esperaría dada su edad. Esta abundancia relativa influiría en la formación de los planetas, con granos esponjosos de polvo de carbono que se juntarían para formar mundos negros como el alquitrán. Desde la distancia estos planetas de carbono serían difíciles de distinguir de mundos más parecidos a la Tierra. El examen de sus atmósferas revelaría su naturaleza verdadera. Mashian y Loeb proponen una búsqueda específica de planetas alrededor de estrellas CEMP utilizando la técnica del tránsito. “Es un método práctico para descubrir cuántos planetas tempranos pueden haberse formado en el Universo bebé”, concluye Loeb.