La misión Kepler de NASA descubre un mundo orbitando alrededor de dos estrellas
16/9/2011 de NASA / Science
La existencia de un mundo con una puesta de sol doble, tal como se retrató en la película “La Guerra de las Galaxias” hace 30 años, es ahora un hecho científico. La misión Kepler de NASA ha realizado la primera detección sin ambigüedades de un planeta circumbinario – un planeta orbitando dos estrellas – a 200 años-luz de la Tierra.
A diferencia del Tatooine de la Guerra de las Galaxias, el planeta es frío, gaseoso y no se piensa que albergue vida, pero su descubrimiento demuestra la diversidad de planetas que hay en nuestra galaxia. Investigaciones anteriores habían apuntado la existencia de planetas circumbinarios, pero la confirmación clara había sido escurridiza hasta ahora. Kepler detectó un planeta de este tipo, conocido como Kepler-16b, observando tránsitos, en los que el brillo de la estrella disminuye debido al paso del planeta por delante de ella.
“Este descubrimiento confirma la existencia de una nueva clase de sistemas planetarios que podrían albergar vida”, afirma el investigador principal de Kepler, William Borucki. “Dado que la mayoría de las estrellas de nuestra galaxia forman parte de un sistema binario, esto significa que las oportunidades para la vida son mucho más amplias que si los planetas se formaran sólo alrededor de estrellas únicas. Este descubrimiento fundamental confirma una teoría que los científicos han defendido durante décadas, pero que no había sido posible probar hasta ahora”.
El descubrimiento confirma que Kepler-16b es un planeta frío, inhóspito, aproximadamente del tamaño de Saturno, y se piensa que hecho mitad de gas, mitad de roca. Las estrellas son más pequeñas que nuestro sol. Una tiene el 69 por ciento de la masa del sol, y la otra sólo el 20 por ciento. Kepler-16b gira en torno a ambas estrellas una vez cada 229 días, un periodo similar a la órbita de 225 días de Venus, pero se encuentra fuera de la zona de habitabilidad del sistema, donde podría existir agua líquida en la superficie ya que las estrellas son más frías que nuestro sol.