La electricidad de la Luna sacude el viento solar
31/5/2012 de NASA
Con la Luna como el objeto más prominente del cielo nocturno y la mayor responsable del tirón invisible que provoca las mareas del océano, muchas culturas antiguas pensaron que también podía afectar a nuestra salud o nuestro estado mental – la palabra “lunático” tiene su origen en esta creencia. Ahora, una potente combinación de naves espaciales y simulaciones por computadora está desvelando que la Luna ejerce, efectivamente, una gran influencia invisible, pero no sobre nosotros, sino sobre el Sol; más concretamente, sobre el viento solar.
El viento solar es un flujo delgado de gas conductor de la electricidad llamado plasma, que es expulsado constantemente de la superficie del Sol en todas direcciones, a una velocidad de millones de kilómetros por hora. Cuando un viento solar particularmente rápido, denso o turbulento golpea contra el campo magnético de la Tierra, puede generar tormentas magnéticas y de radiación capaces de interferir con satélites, líneas de alta tensión, y sistemas de comunicaciones. La burbuja “magnética” que rodea la tierra también empuja al viento solar, creando una onda de choque de decenas de miles de kilómetros en la cara diurna de la Tierra, donde el viento solar choca contra el campo magnético y lo frena abruptamente, pasando de velocidades supersónicas a subsónicas.
A diferencia de la Tierra, la Luna no está rodeada por un campo magnético global. “Se pensaba que el viento solar choca contra la superficie de la Luna sin aviso previo o frenado del viento solar”, afirma el dr. Andrew Poppe, de la Universidad de California, Berkeley. Recientemente, sin embargo, una flotilla internacional de naves espaciales en órbita alrededor de la Luna, ha detectado señales de la presencia de la Luna en el flujo del viento solar. “Hemos observado haces de electrones y fuentes de iones sobre la cara diurna de la Luna”, afirma el Dr. Jasper Halekas, también de la Universidad de California, Berkeley.
Estos fenómenos han sido observados hasta distancias de 10 000 kilómetros por encima de la Luna, y generan un tipo de turbulencia en el viento solar por delante de la Luna, causando cambios sutiles en la dirección y densidad del viento solar.