La atmósfera de la estrella puede utilizarse para predecir la composición de los exoplanetas rocosos
18/9/2015 de Instituto de Astrofísica e Ciências do Espaço / Astronomy & Astrophysics
Ilustración de artista que muestra un detalle del exoplaneta Coroto-7b. Corot-7b está tan cerca de su estrella progenitora nodriza que debe de experimentar condiciones extremas. Este planeta tiene cinco veces la masa de la Tierra y es el exoplaneta conocido que más cerca está de su estrella. Crédito: ESO/L. Calçada.
En dos artículos publicados recientemente, investigadores del Instituto de Astrofísica e Ciências do Espaço demuestran que la proporción entre algunos elementos pesados de una estrella, como el magnesio, el silicio y el hierro, ejercen una influencia crucial en la composición de los exoplanetas rocosos.
En varios trabajos anteriores se sugería que la proporción de hierro, magnesio y silicio en el Sol es similar a la de la Tierra, Venus, Marte y algunos meteoritos. Por tanto, en el Sistema Solar, la abundancia relativa de estos elementos en la fotosfera del Sol puede emplearse para deducir la composición y estructura de los planetas rocosos.
Ahora los astrónomos han empleado espectros de alta resolución para determinar los parámetros estelares y proporciones de varios de estos elementos en tres estrellas con exoplanetas conocidos: CoRoT-7, Kepler-10 y Kepler-93. Los resultados muestran que en los exoplanetas analizados y en sus estrellas progenitoras se observa el mismo tipo de relación que fue medida entre las composiciones químicas de los cuerpos del Sistema Solar.
Nuno Cardoso comenta: “Los datos demuestran que un análisis detallado de la composición química de las estrellas con planetas es importante, no sólo para determinar la arquitectura de los sistemas planetarios, sino también para inferir su estructura interna, composición e incluso potencial de habitabilidad de planetas individuales”. Además la proporción magnesio/silicio puede jugar un papel fundamental en la estructura y composición química de exoplanetas terrestres. Esta fracción es, por tanto, la clave para medir algunas características de los exoplanetas, como la masa o el radio.