Inclinándose para realizar estudios científicos en Marte
8/2/2017 de ESA
El último orbitador de Marte lanzado por ESA se ha colocado en una nueva trayectoria con el objetivo de alcanzar su órbita final desde la que estudiará el Planeta Rojo. La nave ExoMars Trace Gas Orbiter (TGO) llegó el pasado mes de octubre y tiene como objetivo principal comprender las diminutas cantidades de metano y de otros gases de la atmósfera que podrían probar la existencia de actividad biológica o geológica en el planeta. En enero ya realizó varias maniobras cruciales, encendiendo el motor principal para ajustar su órbita alrededor de Marte.
Tres encendidos del propulsor cambiaron su ángulo de viaje con respecto al ecuador a casi 74º desde los 7º que tenía a su llegada en octubre. Esto ha producido, esencialmente, una elevación de la órbita que ha pasado de ser ecuatorial a tener una dirección mucho más norte-sur. La órbita de llegada fue elegida de modo que pudiera enviar la sonda Schiaparelli a Meridiani Planum, cerca del ecuador, con buenas comunicaciones.
Una vez den comienzo las observaciones científicas el año próximo, la nueva órbita de 74º proporcionará una cobertura óptima de la superficie para los instrumentos, al tiempo que todavía tendrá una buena visibilidad para la retransmisión de datos de las sondas de aterrizaje actuales y futuras.
El cambio en la inclinación fue también un paso necesario para el próximo reto: una maniobra de aerofrenado de meses de duración diseñada para llevar a la nave hasta su órbita científica final casi circular, a una altitud de alrededor de 400 km. Los controladores de misión ordenarán a la nave rozar la tenue parte superior de la atmósfera generando una diminuta cantidad de arrastre que la irá frenando constantemente. Está planeado que el proceso tenga inicio a mitad de marzo y se espera que dure unos 13 meses.