¿Es usted un marciano? Todos podríamos serlo, según los científicos
24/3/2011 de MIT
¿Somos todos marcianos? Según muchos científicos planetarios es concebible que toda la vida en la Tierra descienda de organismos que se originaron en Marte y fueron transportados a bordo de meteoritos. Si fuera este el caso, un instrumentos que está siendo desarrollado por investigadores del MIT y Harvard podría proporcionar la evidencia decisiva.
Para detectar signos de vida pasada o presente en Marte, si es verdad que estamos relacionados, una prometedora estrategia nueva sería buscar específicamente en el DNA o RNA secuencias particulares de estas moléculas que son casi universales en todas las formas de vida terrestre. Esta es la estrategia que está siendo seguida por el investigador científico Christopher Carr y la asociada postdoctoral Clarissa Lui, trabajando con Maria Zuber, directora del Department of Earth, Atmospheric and Planetary Sciences (EAPS) del MIT, y Gary Ruvkun, un biólogo molecular del Massachusetts General Hospital y de la Harvard University.
La idea está basada en varios hechos que ahora han quedado bien establecidos. Primero, en los primeros días de nuestro sistema solar, los climas de Marte y la Tierra eran mucho más parecidos de lo que lo son hoy en día, así que la vida que apareció en un planeta presumiblemente podría haber sobrevivido en el otro. Segundo, se estima que mil millones de toneladas de roca han viajado desde Marte hasta la Tierra, desprendida por impactos de asteroides, viajando por el espacio interplanetario hasta chocar con la superficie de la Tierra. Tercero, lo microbios han demostrado que son capaces de sobrevivir al choque inicial de un impacto de ese tipo, y existen indicios de que podrían incluso sobrevivir durante los miles de años que duraría el tránsito a través del espacio antes de llegar a otro planeta.
Así que son plausibles todo los diferentes pasos necesarios para que la vida hubiese tenido inicio en un planeta y se hubiera extendido a otro. Además, la dinámica orbital demuestra que es unas cien veces más fácil que las rocas viajen de Marte a la Tierra que a la inversa. Por tanto, si la vida empezó allí primero, los microbios pudieron haber sido transportados aquí y todos podríamos ser sus descendientes.