¿Cuándo una estrella es estrella y cuándo es enana marrón?
10/12/2013 de National Optical Astronomy Observatory
El rango de tamaños que alcanzan las estrellas es tan diverso que hay algunas que son varias decenas de veces más grandes que el Sol, mientras que por el contrario existen otras cuya dimensión es tan sólo una diminuta fracción de su tamaño. Pero todavía no hemos encontrado la respuesta a lo pequeño que puede ser un cuerpo astronómico y todavía ser una estrella. Hasta ahora, sabemos que los objetos por debajo de una cierta dimensión son incapaces de encender y sostener fusiones de átomos de hidrógeno en sus núcleos: esos objetos son las conocidas como enanas marrones.
En una investigación que Astronomical Journal ha aceptado publicar, el grupo Recons (Research Consortium On Nearby Stars) de la Universidad del Estado de Georgia ha encontrado claras evidencias observables de la ruptura predicha teóricamente entre estrellas de masa muy baja y enanas marrones.
Las estrellas obedecen a una relación entre la luminosidad y la temperatura conocida como la secuencia principal. Son objetos celestes que se comportan como si fueran globos en el sentido de que, si absorben hidrógeno, su radio crece. En cambio, las enanas marrones se comportan justamente al contrario: sus capas internas trabajan de un modo similar a un colchón de muelles, es decir, añadir peso adicional en ellas provocaría que se contrajeran. Por lo tanto, las enanas marrones disminuyen de tamaño conforme aumenta su masa.
“Nosotros podemos señalar ahora una temperatura (2100K), radio (8,7% del solar) y luminosidad (1/8000 parte del Sol) y afirmar que la secuencia principal acaba ahí”, añade el doctor Todd Henry, uno de los coautores de la publicación. Conocer la temperatura a la que empezamos a encontrar enanas marrones debería ayudar a los astrónomos a decidir qué regiones de la galaxia son candidatas para albergar planetas habitables.