Fotografían la supernova más joven, captada nada más explotar
29/11/2011 de Universitat de València
Un equipo internacional de astrónomos, liderado por el valenciano Iván Martí Vidal, ha conseguido tomar una imagen radioastronómica de la supernova más joven nunca obtenida. Catorce días tras la explosión de una estrella en la Galaxia del Remolino (M51) el pasado mes de junio, telescopios coordinados en toda Europa han fotografiado el estallido cósmico con un detalle equivalente al que supondría ver una pelota de golf en la superficie de la Luna.
Los resultados de esta investigación, en la que participan la Universitat de València y el Instituto de Astrofísica de Andalucía, se publican esta semana en la revista Astronomy & Astrophysics. En las observaciones han participado los telescopios de la NASA en Robledo de Chavela (Madrid) y del Instituto Geográfico Nacional en Yebes (Guadalajara).
La majestuosa Galaxia del Remolino, a escasos 23 millones de años luz de la Tierra, en la constelación de los Lebreles, con su bello aspecto, puede ser también escenario de uno de los fenómenos más violentos del universo: la muerte de una estrella en forma de explosión supernova. Con la combinación de varios radiotelescopios distribuidos por España, Suecia, Alemania y Finlandia y procesando sus datos en un superordenador en los Países Bajos es posible conseguir la capacidad de un telescopio de miles de kilómetros de tamaño, es decir, tan grande como el continente europeo. De esta manera, se ha podido obtener una imagen muy nítida de este objeto, con un detalle cien veces superior al del telescopio espacial Hubble. Esta técnica, conocida como radiointerferometría, ha permitido a Iván Martí y a sus colaboradores fotografiar la supernova SN2011dh pocos días tras su explosión.
Las observaciones de SN2011dh suponen un récord: “esta es la imagen de alta resolución más temprana que nunca ha podido obtenerse de una explosión supernova. A partir de nuestra imagen podemos acotar la velocidad de expansión de la onda de choque que se genera en la explosión”, afirma Iván Martí, del Instituto Max Planck de Radioastronomía en Bonn (Alemania). El catedrático de Astronomía y Astrofísica de la Universitat de València Jon Marcaide argumenta: “con la precisión obtenida podemos buscar la estrella precursora en las imágenes de la galaxia anteriores a la explosión, además de calibrar mejor las nuevas observaciones que tenemos previstas”.