El tanque de combustible de reserva de las supernovas es la clave de las progenitoras grandes
19/5/2016 de Australian National University / Astrophysical Journal
Ilustración artísitca de una supernova. La estrella enana blanca (izquierda) va tomando lentamente materia de una estrella compañera en órbita (derecha), hasta que supera un límite y explota como supernova de tipo Ia. Crédito: David A. Hardy & PPARC.
Algunas supernovas tienen un tanque de reserva de combustible radiactivo que interviene en sus explosiones, alargándolas hasta tres veces más de lo que pensaban posible los astrónomos. Ahora un equipo de investigadores ha detectado el débil resplandor de una supernova, encontrando que era alimentado por cobalto-57 radiactivo. El descubrimiento proporciona datos nuevos importantes sobre las causas de las supernovas de tipo Ia, que los astrónomos utilizan para medir distancias grandes en el Universo.
El Dr Ivo Seitenzahl, director del equipo de astrónomos que ha llevado a cabo la investigación, comenta que el descubrimiento de las señales del cobalto-57 en una supernova de tipo Ia proporciona datos sobre la estrella que explotó y sugiere que estaba en el límite superior de su rango de pesos. “Esta explosión sugiere que se trataba de una estrella que robaba materia de una compañera en órbita hasta que llegó a ser tan masiva que su núcleo de carbono se encendió y provocó la explosión”, comenta el Dr. Seitenzahl. “Es emocionante averiguar esto porque hay teorías contrapuestas sobre qué es lo que produce las supernovas de tipo Ia”.
Las explosiones de supernova de tipo Ia pueden ser vistas incluso en galaxias lejanas y ayudan a los astrónomos a estudiar la gran escala del Universo. Durante un periodo de varias semanas después de su explosión pueden brillar más que los otros miles de millones de estrellas que hay en su galaxia, y lo hacen de un modo predecible que les convierte en balizas cósmicas fiables.
Los astrónomos piensan que las supernovas de tipo Ia se producen cuando la materia cae sobre una vieja estrella enana blanca y su masa supera un límite a partir del cual el núcleo de carbono se enciende y provoca la explosión de la estrella. Sin embargo, no estaba claro si la estrella tomaba materia lentamente de una estrella compañera o si había sido el choque de dos estrellas más pequeñas lo que llevó al sistema a explotar. En el caso de la colisión, las teorías sugieren que una enana blanca puede tener hasta solo 1.1 veces la masa del Sol cuando explota, pero este descubrimiento apunta a una estrella más masiva, de alrededor de 1.4 masas solares, apoyando el modelo de adquisición lenta de materia.