El punto ideal de los planetas
21/7/2015 de UC Santa Barbara / Nature Geoscience
De los más de 1000 planetas confirmados encontrados por el telescopio espacial Kepler de NASA ocho tienen un tamaño menor que el doble de la Tierra y se encuentran en la zona habitable de sus estrellas. Crédito: NASA.
El planeta Tierra está situado en lo que los astrónomos llaman la zona “Ricitos de Oro”, un lugar ideal del Sistema Solar donde la temperatura en la superficie de un planeta no es ni demasiado caliente ni demasiado fría. La distancia perfecta desde la estella anfitriona define la zona de habitabilidad, la región alrededor de la estrellas con las condiciones óptimas para evitar que el agua se congele o hierva.
Sin embargo, una nueva teoría del geoquímico Matthew Jackson, de UC Santa Bárbara, señala que la composición global de un planeta puede también jugar un papel crítico a la hora de determinar la tectónica en los regímenes climáticos de un planeta y, por tanto, su habitabilidad. Según Jackson, la tectónica de placas es una manifestación de la Tierra tratando de enfriarse a sí misma. Las placas frías se hunden en la Tierra y absorben calor, mientras que los volcanes emiten el calor allá donde las placas se están formando y separando. “El que pueda o no producirse tectónica de placas depende de hecho en si la Tierra está o no demasiado caliente o demasiado fría”, afirma. “Si está demasiado caliente, la tectónica de placas se detiene, y si está demasiado fría, se congela”.
En 2013 Jackson y Mark Jellinek, de la Universidad de British Columbia, publicaron un nuevo modelo de la composición de la Tierra según el cual una gran proporción del manto fue eliminada para pasar a formar la corteza continental. El modelo asumía también una reducción del 30 por ciento en el contenido de uranio, torio y potasio del planeta. La desintegración de estos elementos que se forman de manera natural genera casi todo el calor radiactivo del planeta. “Señalamos que si el planeta contiene tanto uranio, torio y potasio como indica el modelo antiguo, la tectónica de placas no sería posible”, explicó Jackson. “Si ése es el caso, puedes acabar con un planeta que sólo tiene una gran placa y puede convertirse en un invernadero extremo como Venus. El nuevo modelo de composición proporciona a la Tierra un lugar ideal propio en el que su interior no es demasiado caliente ni demasiado frío, un lugar que permite que funcione el modo actual de tectónica de placas”.
Si el uranio, el torio y el potasio gobiernan la tectónica de placas, tal como proponen Jackson y Jellinek, los astrónomos que buscan planetas habitables podrían tener un parámetro más que considerar.