El campo magnético del Sol está a punto de invertir su polaridad
12/11/2013 de la Universidad de Stanford
Un grupo de físicos de la Universidad de Stanford han señalado que el campo magnético del Sol, la estrella que hace posible la vida en la Tierra, está a punto de invertir su polaridad.
Cada 11 años en promedio nuestra estrella madre se somete a un cambio de imagen completa cuando la polaridad de su campo magnético (el norte y el sur magnéticos) se voltea. Los efectos de este evento se sienten a gran escala por la totalidad del Sistema Solar. Aunque el mecanismo interno que impulsa el cambio no se entiende completamente, los investigadores del Wilcox Solar Observatory de Stanford han observado el campo magnético del Sol desde el año 1975 y estudian este proceso en la superficie de la estrella.
La nueva polaridad se desarrolla durante todo el ciclo solar durante 11 años aproximadamente. Transcurrido este tiempo, las manchas solares (áreas de intensa actividad magnética) se extienden y, poco a poco, de forma gradual el campo magnético migra desde el ecuador hacia uno de los polos del Sol, sin llegar al alcanzarlo del todo.
“A medida que la polaridad se desplaza hacia el polo, erosiona lo existente, la polaridad opuesta”, ha afirmado Todd Hoeksema, un físico solar en Stanford y director del Wilcox Solar Observatory. El campo magnético se reduce progresivamente a cero y provoca rebotes con la polaridad opuesta.
El efecto más llamativo de este evento es que la zona de influencia del Sol (llamada heliopausa) se amplía y el viento solar pasa las sondas Voyager de la NASA y se acerca a la frontera con el espacio interestelar. El Sol alcanzará el pico de su actividad durante la inversión del campo magnético y verá incrementadas sus erupciones solares y eyecciones de masa.
El cambio en el campo magnético del Sol y las ráfagas de partículas cargadas pueden interactuar con el propio campo magnético de la Tierra, de manera que puede provocar una notable aparición de auroras. El efecto negativo que puede ocasionar el cambio es que los sistemas electrónicos, los satélites GPS y las redes de distribución de energía pueden verse afectados.
Hoeksema y sus colegas también han detectado que la fuerza de los campos magnéticos en los polos medida hace dos o tres años fueron sólo la mitad de lo que se considera el mínimo solar. Esto indicó que el próximo ciclo solar será más débil.