El asteroide Vesta cambiará las teorías de formación de planetas
17/7/2014 de École Polytechnique Fédérale de Laussane (EPFL) / Nature
Estructura interna del asteroide Vesta, según el nuevo estudio publicado hoy en la revista Nature. Crédito: EPFL/Jamani Caillet, Harold Clenet
Investigadores de la EPFL han conseguido comprender mejor el asteroide Vesta y su estructura interna gracias a simulaciones numéricas y datos de la misión espacial Dawn. Sus descubrimientos, publicados hoy en Nature, cuestionan los modelos actuales de formación de los planetas rocosos, incluyendo la Tierra.
Con 500 km de diámetro, el asteroide Vesta es uno de los mayores embriones planetarios conocidos. Se formó al tiempo que lo hizo el Sistema Solar, y NASA colocó la nave espacial Dawn en órbita alrededor de Vesta durante un año.
Los datos recogidos por Dawn fueron analizados por un equipo de investigadores del EPFL, así como de la Universidades de Berna, Bretaña (Francia) y Arizona. Conclusión: la corteza del asteroide es casi tres veces más gruesa de lo esperado. El estudio no sólo tiene consecuencias para la estructura de este objeto celeste, situado entre Marte y Júpiter. Estos resultados contradicen un componente fundamental en los modelos de formación de planetas: la composición de la nube original de materia que se concentró, calentó, fundió y cristalizó para formar planetas.
“Lo que resulta intrigante es la ausencia de un mineral particular, la olivina, en la superficie del asteroide”, señala Harold Clenet. La olivina es un componente principal de los mantos planetarios y debería de encontrarse en grandes cantidades sobre la superficie de Vesta debido a un impacto doble de meteoritos que, según las simulaciones por computadora, “excavaron” el polo sur del cuerpo celeste hasta una profundidad de 80 km, catapultando gran cantidad de materiales a la superficie.
Los dos impactos fueron tan potentes que más del 5% de los meteoritos encontrados en la Tierra procede de Vesta. “Pero estos cataclismos no fueron suficientemente potentes como para perforar la corteza y alcanzar el manto del asteroide”, continua Clenet. “Esto significa que el grosor de la corteza del asteroide no es de 30 km, como sugieren los modelos, sino de más de 80 km”.
Si Vesta tiene menos manto (rico en olivina) y más corteza (rica en piroxenos), entonces la proporción de materiales que constituye Vesta, y probablemente también la Tierra y los demás planetas telúricos (Marte, Venus y Mercurio) es diferente de lo que se esperaba.