Dos soles pueden ser mejor que uno, ¿o no?
22/7/2013 de Universidad de Antioquia
Una colaboración internacional de Investigadores del Grupo FACom y Astrónomos de las Universidades de Texas en el Paso y New Mexico State University, ha descubierto un mecanismo físico que podría hacer que estrellas binarias ofrecieran ambientes más hospitalarios para los planetas habitables que las estrellas individuales. El descubrimiento podría implicar una modificación en las estimaciones del número de planetas que potencialmente podrían tener vida en la Galaxia y en la selección futura de objetivos para la búsqueda de vida allá afuera.
Habitabilidad es el término que los astrónomos usan para referirse a la condición general que un planeta debe cumplir para ser apto para la vida. Si el planeta recibe mucha luz es demasiado caliente y el agua hervirá en su atmósfera (¡si es que tiene alguna!). De otro lado, si el planeta esta demasiado lejos y la luz de la estrella brilla débilmente, la superficie será muy fría y el agua se congelará. En la mitad entre estos extremos reside la así llamada “Zona de Habitabilidad Radiativa”, llamada también informalmente la “Zona de Ricitos de Oro”.
Ahora, los Profesores Jorge Zuluaga y Pablo Cuartas, investigadores de FACom y Profesores del Instituto de Física de la Universidad de Antioquia, junto con los Astrónomos Paul A. Mason y Joni Clark de la University of Texas at El Paso (UTEP) y New Mexico State University, han hecho público un artículo explicando el mecanismo que podría hacer de algunos sistemas binarios, lugares ideales para la búsqueda de planetas habitables.
Las estrellas binarias se atraen mutuamente hacia su centro de gravedad pero también se deforman mutuamente debido a la acción de las denominadas fuerzas de marea. Es bien conocido que las fuerzas de marea pueden también frenar la rotación de los cuerpos implicados. Si las estrellas en un sistema binario son sincronizadas desdel el principio y su período de rotación es igual o cercano al periodo de traslación en sus órbitas (que podría ser del orden de 15 a 30 días), la actividad de las estrellas en estos sistemas jóvenes podría ser sustancialmente reducida. Puesto en otras palabras, estrellas muy jóvenes en sistemas binarios sincronizados por las mareas podrían tener el aspecto de estrellas tranquilas y más viejas. El efecto ha sido llamado por los investigadores de FACom, UTEP y NMSU “envejecimiento rotacional”.
Los beneficios de un envejecimiento rotacional temprano son evidentes: los planetas podrían recibir mucha menos radiación de alta energía al principio de su evolución, preservando posiblemente sus envolturas gaseosas o su inventario de agua, ambas condiciones necesarias para la habitabiliadad. Si esto hubiera pasado en el Sistema Solar, Venus probablemente y por qué no Marte, podrían ser actualmente habitables.