Descubren una protogalaxia lejana conectada a la red cósmica
6/8/2015 de Caltech / Nature
Utilizando el Cosmic Web Imager del Observatorio Palomar para estudiar un sistema con dos cuásares a 10 mil millones de años-luz de distancia, un equipo de astrónomos dirigido por Caltech ha encontrado un gigantesco disco de gas, una protogalaxia (o galaxia en proceso de formación) que se alimenta de gas frío de un filamento de la red cósmica. Crédito: Caltech Academic Media Technologies.
Un equipo de astrónomos ha descubierto un gigantesco disco de gas a 10 mil millones de años-luz que está girando: una galaxia en proceso de formación que se alimenta de forma activa de gas primordial que se formó tras el Big Bang. Los investigadores han podido tomar imágenes de la protogalaxia con el Cosmic Web Imager del Observatorio Palomar, y han descubierto que se encuentra conectada a un filamento del medio intergaláctico, la red cósmica formada por gas difuso que cruza entre las galaxias y se extiende por todo el Universo.
El descubrimiento aporta la prueba observacional más firme hasta la fecha de lo que se conoce como el modelo de flujo frío de formación de las galaxias. Ese modelo predice que en el Universo temprano, el gas relativamente frío fue dirigido directamente desde la red cósmica a las galaxias, alimentando la rápida formación de las estrellas.
El disco protogaláctico que ha descubierto el equipo de investigadores tiene unos 400 000 años-luz de tamaño, es decir, es unas cuatro veces mayor que el diámetro de nuestra Vía Láctea. Está situado en un sistema dominado por dos cuásares, de los cuales el más cercano, UM287, está situado de forma que su emisión actúa como un flash y ayuda a iluminar el filamento de la red cósmica que está proporcionando gas a la protogalaxia.
“Las imágenes [espectrales] muestran que hay un disco en rotación – puedes ver que una parte está acercándose a nosotros y la otra se está alejando. También puedes observar que hay un filamento que se extiende más allá del disco”, comenta Christopher Martin, de CalTech. Sus medidas indican que el disco está girando a unos 400 km por segundo, algo más rápido que la rotación de nuestra Vía Láctea. “El filamento tienen una velocidad más o menos constante. Está básicamente canalizando gas hacia el disco a un ritmo fijo”, comenta Matt Matuszewski, coautor del trabajo. “Una vez que el gas se fusiona con el disco dentro del halo de materia oscura, es arrastrado por el gas y la materia oscura que giran en el halo” (las galaxias se piensa que se forman en el interior de extensos halos de materia oscura, una forma de materia desconocida que no podemos ver).