Descubren un mecanismo que detiene las erupciones solares antes de que exploten hacia el espacio
19/1/2016 de Princeton Plasma Physics Laboratory (PPPL) / Nature
Esta fulguración solar se produjo durante el máximo de actividad del ciclo solar en octubre de 2014 sin que se observaran erupciones. Los investigadores del PPPL afirman que se trata de una candidata prometedora para el estudio del efecto de los campos magnéticos guía. Crédito: NASA.
Entre los fenómenos más temidos en física espacial se encuentran las erupciones solares, explosiones masivas que pueden arrojar toneladas de plasma de gas y radiación al espacio. Estas erupciones pueden ser fatales: si la misión del primer aterrizaje en la Luna hubiese sufrido una de ellas, la radiación intensa habría sido mortal para los astronautas. Y cuando las erupciones alcanzan el campo magnético que rodea la Tierra, pueden producirse tormentas geomagnéticas que interrumpen el servicio de telefonía móvil, dañan los satélites y destruyen redes eléctricas.
Estas erupciones violentas, llamadas “eyecciones de masa de la corona” surgen por una liberación repentina de energía magnética que ha permanecido almacenada en la corona del Sol, la capa más exterior de la estrella. A menudo esta energía se encuentra en los tubos de flujo magnético, estructuras arqueadas que pueden retorcerse y enrollarse como una cuerda terrestre. Cuando estas estructuras se doblan y desestabilizan pueden explotar hacia el Sistema Solar o fallar y colapsar de nuevo hacia el Sol.
Los investigadores descubrieron en experimentos de laboratorio que estos fallos ocurren cuando el campo magnético guía (una fuerza interna del tubo de flujo) es suficientemente fuerte para evitar que el tubo se doble y desestabilice. Bajo estas condiciones, el campo guía interacciona con las corrientes eléctricas en el tubo de flujo y produce una fuerza dinámica que detiene las erupciones. Esta fuerza tan importante no está presente en los modelos actuales de erupciones solares.
Cuando el tubo de flujo empieza a moverse hacia afuera en presencia de un campo guía suficientemente potente, el plasma sufre una reconfiguración interna que hace que la erupción pierda energía y colapse. “La presencia de un campo guía sustancial debería, por tanto, indicar una posibilidad reducida de erupción”, comenta Clayton Myers, del Princeton Plasma Physics Laboratory (PPPL).