Descubren un anillo de moléculas orgánicas complejas alrededor de una estrella recién nacida
30/6/2016 de ALMA
Panel superior: ilustración del gas que se precipita alrededor de la protoestrella. Abajo izquierda: distribución del formiato de metilo. Abajo derecha: distribución del sulfuro de carbonil. Crédito: ALMA (ESO/NAOJ/NRAO), Oya et al.
Un equipo de investigadores ha descubierto un anillo giratorio que contiene moléculas orgánicas grandes alrededor de una protoestrella. Esta observación demuestra definitivamente que los materiales orgánicos formados en el espacio interestelar son transportados a las regiones donde se forman los planetas. Los ¡nvestigadores también hallaron que las especies moleculares varían de una protoestrella a otra. La composición química es un nuevo modo de responder a la pregunta de si el Sistema Solar es o no un ejemplo típico de sistema planetario.
Los astrónomos han sabido desde hace tiempo que las moléculas orgánicas se forman en nubes de gas difusas que flotan entre las estrellas. Se piensa que cuando el Sistema Solar se formó hace 4600 millones de años, algunas de estas moléculas orgánicas fueron transportadas desde el espacio interestelar al disco donde se formaron los planetas. Posteriormente, estas moléculas jugaron papeles importantes en la evolución química que desembocó en la aparición de la vida en la Tierra. Sin embargo, todavía se desconoce qué tipos y cantidades de moléculas orgánicas fueron realmente suministradas desde el espacio interestelar. Aunque las observaciones con radiotelescopios durante la última década muestran que las moléculas orgánicas complejas, como el metanol (CH3OH) y el formiato de metilo (HCOOCH3) existen alrededor de protoestrellas de tipo solar, sus distribuciones eran demasiado compactas para ser resueltas con los instrumentos disponibles en aquel momento.
Con ALMA, un equipo internacional dirigido por Yoko Oya, de la Universidad de Tokio, se ha logrado estudiar la distribución de varias moléculas orgánicas alrededor de una protoestrella de tipo solar, IRAS 16293-2422A con una alta resolución espacial. El radio del anillo es 50 veces mayor que la órbita de la Tierra. Este tamaño es comparable al del Sistema Solar y el anillo de moléculas orgánicas complejas es, con mucha probabilidad, la región fronteriza entre el gas que se precipita y un disco giratorio que rodea la protoestrella.
Aparentemente, las moléculas de formiato de metilo están confinadas en un área más compacta alrededor de la protoestrella que las moléculas de sulfuro de carbonil (OCS), que son trazadoras del gas que cae hacia el interior. “Cuando medimos el movimiento del gas que contiene formiato de metilo utilizando el efecto Doppler”, comenta Oya, “encontramos un claro movimiento de rotación específico del anillo”. Un anillo parecido se encuentra también en el caso del metanol.
Este resultado, considerado junto con uno anterior en la protoestrella L1527, demuestra claramente por primera vez que los materiales transportados a un sistema planetario cambian de una estrella a otra.