Científicos resucitan antiguas proteínas para estudiar la vida primordial de la Tierra
6/10/2014 de Space Daily
Los indicios geológicos nos dicen que la Tierra antigua probablemente era muy diferente del planeta que todos reconocemos hoy. Hace miles de millones de años nuestro mundo era un lugar más inhóspito en comparación con el actual. La Tierra probablemente tuvo un clima más cálido, océanos ácidos y una atmósfera cargada de dióxido de carbono. El hecho de que el cambio climático producido por los humanos, a través de la contaminación por dióxido de carbono, esté reintroduciendo estas condiciones más cálidas y ácidas demuestra la relación entre ambas.
Más recientemente, las ciencias de la vida han empezado a respaldar esas nociones sobre la Tierra primordial. Gracias a los avances en un campo llamado paleobioquímica, los investigadores han podido, durante las últimas décadas, “resucitar” antiguas proteínas. El estudio de las propiedades de estas proteínas nos ofrece detalles de cómo fue la vida en épocas pasadas.
Los resultados hasta el momento son convincentes. Consideremos, por ejemplo, las proteínas beta-lactamasa, que evolucionaron por primera vez hace entre 2 mil millones y 3 mil millones de años. Estas antiguas proteínas permanecen de hecho más estables y funcionan mejor a temperaturas de entre 54 y 66 grados Celsius, comparadas con sus contrapartidas modernas.
“Los estudios de resurrección molecular proporcionan una nueva línea de evidencias que respaldan los modelos geológicos que sugieren que la Tierra del Precámbrico albergó un océano más caliente y ácido de que su versión moderna”, afirma Eric Gaucher. “La vida primitiva se adaptó a este ambiente”.