Chorros cósmicos de estrellas jóvenes, formados por campos magnéticos
20/10/2014 Helmholtz-Zentrum Dresden-Rossendorf (HZDR) / Science
Los chorros astrofísicos son uno de los fenómenos más espectaculares del Universo: desde los centros de los agujeros negros, cuásares o protoestrellas, estos flujos de materia a veces se extienden varios años-luz hacia el espacio. Ahora, por primera vez, un equipo internacional de investigadores ha comprobado con éxito un nuevo modelo que explica cómo los campos magnéticos forman estas emisiones en estrellas jóvenes. Los resultados de esta investigación podrían incluso tener aplicaciones en terapias contra el cáncer.
Siempre que un objeto del espacio forma un disco de materia que gira, es posible que dé origen a un “chorro” – una delgada emisión recta de materia que sale del centro del disco y parece el eje de una peonza. Estas estructuras pueden observarse especialmente durante la formación de nuevas estrellas. Pero el comprender cómo es posible que se formen estos delgados chorros dentro del disco es algo que continúa escapando a la comprensión de los científicos.
Ahora, investigadores del HZDR junto con colegas europeos, asiáticos y americanos, han investigado este proceso en el laboratorio. En el Laboratoire pour l’Utilisation des Lasers Intenses (LULI, Francia) los científicos disparaban luz láser contra una muestra de plástico, lo que ponía electrones en movimiento en ella, transformando el objeto sólido de plástico en un plasma conductor de la electricidad. “Se puede pensar que se trata de una especie de nube caliente de electrones e iones en rápida expansión. En pequeñas escalas, el plasma representa la acumulación de materia por parte de la estrella joven”, explica el profesor Thomas Cowan, del HZDR.
Lo que hizo tan especial el experimento fue el hecho de que el plasma estuviera sometido a un campo magnético pulsado muy potente. Bajo la influencia de este campo magnético, el plasma que normalmente se esparce, empieza a concentrarse, formando un centro hueco. Esto acaba produciendo una onda de choque, que provoca la expulsión de un flujo muy delgado de plasma, un chorro.