Astrónomos descubren una lejana galaxia alimentada con combustible primordial
3/10/2013 de Max Planck Institute for Astronomy
Un grupo de astrónomos ha detectado frías corrientes de hidrógeno primordial, materia vestigial resultante del Big Bang, alimentando una lejana galaxia que está formando estrellas, en el universo primitivo. Los flujos de gas profusos sobre las galaxias se piensa que son cruciales para explicar una época de hace 10 mil millones de años, cuando las galaxias estaban formando estrellas copiosamente.
Para realizar este descubrimiento, los astrónomos – un equipo dirigido por Neil Crighton (Max Planck Institute for Astronomy y Swinburne University) emplearon una coincidencia cósmica: una brillante y lejano cuásar que actuó como un “faro cósmico” ilumina el gas desde atrás.
Los cuásares constituyen una breve fase en el ciclo vital de las galaxias, durante el cual brillan como los objetos más luminosos del Universo, alimentados por la caída de materia sobre un agujero negro supermasivo. Desde nuestra perspectiva en la Tierra, habrá casos raros en los que un lejano cuásar al fondo y un flujo de gas primordial cerca de una galaxia en primer plano estén exactamente alineados en el cielo nocturno. Durante su viaje hacia la Tierra, la luz del cuásar pasa por la galaxia y a través del gas primordial, antes de alcanzar nuestros telescopios. El gas cósmico absorbe de forma selectiva luz a frecuencias muy específicas, lo que los astrónomos llaman “líneas de absorción”. El patrón y forma de estas líneas proporcionan un “código de barras” cósmico, que los astrónomos pueden decodificar para determinar la composición química, densidad y temperatura del gas.
Usando esta técnica, el equipo de astrónomos dirigido por Neil Crighton (Max Planck Institute for Astronomy; ahora en Swinburne University of Technology, Melbourne) ha encontrado la mejor evidencia hasta la fecha de un flujo de gas prístino intergaláctico dirigido a una galaxia. La galaxia, llamada Q1442-MD50, está tan lejos que su luz tardó 11 mil millones de años en alcanzarnos. El gas primordial que cae se encuentra a solo 190 mil años-luz de la galaxia, relativamente cerca en escalas de longitudes galácticas, y se revela con su silueta en el espectro de absorción del cuásar más lejano del fondo, QSO J1444535+291905.