ALMA mide la masa de un agujero negro con precisión extrema
6/5/2016 de National Radio Astronomy Observatory / The Astrophysical Journal Letters
Esta imagen combinada de NGC 1332 muestra el disco central de gas que rodea el agujero negro supermasivo del centro de la galaxia. Las nuevas observaciones de ALMA del movimiento del disco han permitido determinar de manera precisa la masa del agujero negro: 660 millones de veces la masa del Sol. El recuadro izquierdo muestra una imagen del telescopio espacial Hubble de la región central de la galaxia en luz infrarroja. El recuadro derecho muestra el disco de rotación observado por ALMA: el azul representa emisión desplazada al azul por gas que se mueve hacia nosotros y el rojo representa emisión de gas que se aleja de nosotros. Crédito: A. Barth (UCI), ALMA (NRAO/ESO/NAOJ); NASA/ESA Hubble; Carnegie-Irvine Galaxy Survey.
Los agujeros negros supermasivos, algunos de los cuales pesan entre millones y miles de millones de veces la masa del Sol, dominan los centros de sus galaxias huésped. Para determinar la masa real de un agujero negro supermasivo, los astrónomos deben de medir la intensidad de su atracción gravitatoria sobre las estrellas y nubes de gas que pululan a su alrededor.
Utilizando el conjunto de radiotelescopios Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), un equipo de astrónomos ha observado a una profundidad notable en el corazón de una galaxia elíptica cercana para estudiar el movimiento de un disco de gas interestelar frío que rodea al agujero negro supermasivo que hay en su centro. Estas observaciones constituyen una de las mediciones más precisas hasta la fecha de un agujero negro fuera de nuestra Galaxia, ayudando a establecer las dimensiones de estos gigantes cósmicos.
Para alcanzar este resultado, Aaron Barth, director del trabajo, junto con su equipo, empleó ALMA para medir la velocidad del gas de monóxido de carbono en órbita alrededor del agujero negro del centro de NGC 1332, una galaxia elíptica masiva aproximadamente a 73 millones de años luz de la Tierra, en dirección a la constelación austral de Eridano.
“La medida de la masa precisa de un agujero negro es muy difícil, incluso con los telescopios más potentes de la Tierra o del espacio”, comenta Barth. “ALMA tiene la posibilidad revolucionaria de observar discos de gas frío alrededor de agujeros negros supermasivos a escalas suficientemente pequeñas para que podamos distinguir la influencia del agujero negro sobre la velocidad de rotación del disco”.