Una cabeza de caballo, una llama y piedras preciosas escondidas en Orión B
22/4/2013 de ESA
El observatorio espacial Herschel de ESA ha obtenido imágenes de la nube molecular Orión B, un vasto complejo de formación de estrellas en la constelación de Orión. La imagen en el infrarrojo lejano de Herschel revela el brillo de varias regiones de formación de estrellas en el interior de la nube, permeada por una red de filamentos que está escondida a longitudes de onda del visible. La estructura más notable en este vivero estelar – la Nebulosa Cabeza de Caballo – ha sido destacada en una imagen en el infrarrojo cercano del telescopio espacial Hubble de NASA/ESA.
Cerca de Alnitak, la estrella más a la izquierda del Cinturón de Orión, y extendiéndose casi perpendicular, sobre el plano del cielo, hacia las tres estrellas del Cinturón, hay un enorme complejo de formación de estrellas, escondido a las longitudes de onda del visible. Este masivo vivero estelar, conocido como la nube molecular Orión B, se revela a través del resplandor del polvo cósmico en el material interestelar que la llena. Calentado por la radiación de las estrellas recién nacidas, el polvo brilla intensamente a longitudes de onda del infrarrojo lejano, revelando una intrincada red de filamentos.
Los astrónomos han empleado el observatorio espacial Herschel de ESA para cartografiar la estructura de la nube, que a unos 1300 años-luz de distancia, es una de las regiones más cercanas de formación estelar. La detallada imagen en el infrarrojo lejano del área permite a los astrónomos investigar los diferentes fenómenos que llevan al nacimiento de estrellas.