Un cometa arcoíris con el corazón esponjoso
10/9/2020 de ESA / Monthly Notices of the Royal Astronomical Society
El lugar donde descansa el módulo de aterrizaje de Rosetta en el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko desvela nuevos datos sobre el interior de este objeto en forma de patito de goma que orbita nuestro Sol: una fachada dura que esconde un corazón permeable
Un estudio reciente sugiere que el interior del cometa es más poroso que el material exterior. Los resultados confirman que la radiación solar ha modificado significativamente la superficie del cometa durante su viaje por el espacio entre las órbitas de Júpiter y la Tierra. El calor del Sol provoca la expulsión de material, que luego vuelve a caer sobre la superficie.
Aunque el debate sigue abierto, Wlodek Kofman (ESA) cree que esto “apunta en gran medida a que el interior menos denso ha conservado su naturaleza inmaculada”. Considerados los objetos más primitivos de nuestro vecindario cósmico, los cometas podrían guardar en su interior valiosas claves sobre la formación de nuestro sistema solar.
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