Señales de aire alienígena anuncian una nueva era de descubrimientos en exoplanetas
24/1/2017 de Scientific American / The Astrophysical Journal
Esta ilustración de artista muestra el planeta GJ 1132b, de masa similar a la de la Tierra, alrededor de su estrella progenitora. Observaciones nuevas sugieren que esta gruesa atmósfera podría albergar agua o metano. Crédito: Dana Berry / Skyworks Digital / CfA.
Para los astrónomos que buscan gemelas de la Tierra alrededor de otras estrellas, el exoplaneta GJ 1132 b probablemente no sea un hermano idéntico, pero podría ser el primo más cercano encontrado hasta ahora. Pesa poco más de una masa de la Tierra, pero rodea a su estrella en una órbita ‘caliente’ que podría hacerlo más parecido a Venus que a nuestro propio planeta. Además, su diámetro es casi un 50 por ciento mayor que el de la Tierra, lo que sugiere que posee una atmósfera gruesa. Ahora, después de realizar el estudio más detallado de GJ 1132b, una colaboración europea ha confirmado la presencia de esta atmósfera, descubriendo indicios de que podría contener agua y metano.
Aunque los astrónomos detectaron la primera atmósfera de un exoplaneta hace más de 15 años, sólo han conseguido observar un puñado de ellas desde entonces, sobre todo en mundos muy calientes como Júpiter o incluso mayores. Con su primer vistazo del aire alienígena de GJ 1132b, los astrónomos están ahora cruzando una nueva frontera al examinar las atmósferas de mundos más pequeños y parecidos a la Tierra.
«Hemos demostrado que un planeta de la masa de la Tierra es capaz de mantener una atmósfera gruesa», comenta John Southworth (Universidad de Keele, UK). «Este es un paso en el camino para averiguar si un planeta podría albergar vida».
Utilizando el telescopio de 2.2 m MPG/ESO del Observatorio Astronómico Austral en Chile, los investigadores observaron nueve tránsitos (pasos del planeta por delante de la estrella) en un amplio rango de longitudes de onda, desde el óptico al infrarrojo cercano. Las medidas les permitieron obtener un espectro, que indica la cantidad de luz a cada longitud de onda. Sus resultados muestran absorción extra a ciertas longitudes de onda, indicando la posibilidad de agua y/o metano en la atmósfera en una proporción aproximadamente igual a la encontrada en el aire de la Tierra.