Se descubre que el sistema con agujero negro más cercano, en realidad no tiene agujero negro
3/3/2022 de ESO / Astronomy & Astrophysics
En 2020, un equipo dirigido por astrónomos del Observatorio Europeo Austral (ESO) informó del descubrimiento del agujero negro más cercano a la Tierra, ubicado a solo 1000 años luz de distancia, en el sistema HR 6819. Pero los resultados de su estudio fueron impugnados por otras investigadoras, incluido un equipo internacional con sede en KU Leuven, Bélgica. En un artículo publicado hoy, estos dos equipos se han unido para comunicar que, de hecho, no hay un agujero negro en HR 6819, sino que se trata de un sistema de dos estrellas «vampiro» en una etapa rara y de corta duración de su evolución.
El estudio original sobre HR 6819 recibió mucha atención tanto por parte de la prensa como de la comunidad científica. Thomas Rivinius, astrónomo de ESO con sede en Chile y autor principal de ese artículo, no se sorprendió por la recepción por parte de la comunidad astronómica ante su descubrimiento del agujero negro. «No solo es normal, sino que debería ser común que los resultados sean revisados», afirma, «y un resultado que llega a los titulares, aún más».
Rivinius y sus colegas estaban convencidos de que la mejor explicación a los datos que tenían, obtenidos con el Telescopio MPG/ESO de 2,2 metros, era que HR 6819 era un sistema triple, con una estrella orbitando un agujero negro cada 40 días y una segunda estrella en una órbita mucho más amplia. Pero un estudio dirigido por Julia Bodensteiner, entonces estudiante de doctorado en KU Leuven, Bélgica, propuso una explicación diferente para los mismos datos: HR 6819 también podría ser un sistema con solo dos estrellas en una órbita de 40 días y ningún agujero negro en absoluto. Este escenario alternativo requeriría que una de las estrellas fuera «despojada» de una gran parte de su masa, lo que significa que, en un momento anterior, esta masa había sido “robada” por otra estrella.
Para distinguir entre las dos propuestas, los equipos utilizaron tanto el instrumento GRAVITY del VLTI como el instrumento Multi Unit Spectroscopic Explorer (MUSE, instalado en el VLT de ESO. «MUSE confirmó que no había un compañero brillante en una órbita más amplia, mientras que la alta resolución espacial de GRAVITY fue capaz de resolver dos fuentes brillantes separadas por solo un tercio de la distancia entre la Tierra y el Sol», afirma Frost.«Estos datos demostraron ser la pieza final del rompecabezas y nos permitieron concluir que HR 6819 es un sistema binario sin agujero negro».
«Nuestra mejor interpretación hasta ahora es que captamos este sistema binario poco después de que una de las estrellas hubiera succionado la atmósfera de su estrella compañera. Se trata de un fenómeno común en los sistemas binarios cercanos, a veces denominado «vampirismo estelar» en la prensa», explica Bodensteiner, ahora miembro de ESO en Alemania y autora del nuevo estudio. «Mientras la estrella donante era despojada de parte de su material, la estrella receptora comenzó a girar más rápidamente».
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