Revelan las peculiaridades de la enorme corriente ecuatorial de la atmósfera de Saturno
14/11/2016 de Universidad del País Vasco / Nature Communications
El planeta Saturno, observado con la cámara WFC 3 del telescopio espacial Hubble, el 30 de junio de 2015. El recuadro muestra la tormenta en el ecuador. Crédito: Grupo Ciencias Planetarias UPV/EHU, NASA, ESA.
La atmósfera del planeta Saturno, un planeta gigante gaseoso diez veces mayor que la Tierra, compuesto principalmente de hidrógeno, posee una corriente más intensa y ancha que los demás planetas del Sistema Solar. Los vientos que soplan a velocidades de hasta 1650 km/h de oeste a este en la atmósfera ecuatorial, tienen una fuerza trece veces mayor que el más destructivo de los huracanes que se forman en el ecuador de la Tierra.
Esta enorme corriente, además, se extiende a lo largo de 70000km de norte a sur, más de cinco veces el tamaño de nuestro planeta. Todavía no existe una teoría capaz de explicar la naturaleza de esta corriente ni las fuentes de energía que la alimentan.
«En junio del año pasado, utilizando un sencillo telescopio de 28 cm que pertenece a Aula EspaZio Gela, descubrimos la presencia de una mancha blanca en el ecuador de Saturno que se movía a velocidades de 1600 km/h, una velocidad que no se había observado en Saturno desde 1980», explica Agustín Sánchez-Lavega (UPV/EHU). Observaciones realizadas un mes después con la cámara PlanetCam instalada en el telescopio de 2.2 m del Observatorio de Calar Alto (Almería, España), permitieron confirmar la velocidad de esta estructura. Las imágenes obtenidas por otros observadores en distintos países utilizando telescopios pequeños también se emplearon en el estudio. Los investigadores estudiaron el fenómeno con detalle tras conseguir tiempo de observación en el telescopio espacial Hubble concedido por el director para captar imágenes de Saturno en una época en la que la sonda Cassini, que se halla en órbita alrededor del planeta, no podía ofrecer imágenes buenas.
Estudiando el movimiento de las nubes que formaban la mancha blanca (una enorme tormenta de 7000 km) y las presentes en las zonas adyacentes, los investigadores pudieron obtener información nueva y valiosa sobre la estructura de la enorme corriente ecuatorial. Además midieron la altura de las distintas estructuras atmosféricas y determinaron que los vientos aumentan dramáticamente a menor altura en la atmósfera. Alcanza los 1100 km/h en la alta atmósfera pero llegan a los 1650 km/h a una profundidad de unos 150 km. Además, mientras que el viento profundo es estable, en la alta atmósfera la velocidad y anchura de la corriente ecuatorial son altamente variables, quizás debido al ciclo estacional de insolación de Saturno, y su intensidad aumenta con el cambio de las sombras de los anillos sobre el ecuador.